En el año 2004, antes de SHIELD, antes de la Viuda Negra, existió Natalia Romanov. Una niña abandonada. Una mujer sin rumbo. Alguien que no tenía nada que perder, y cuando no tienes nada que perder, matar se vuelve la cosa más fácil del mundo. Nadie con tanta sangre en sus manos podría creer merecer la oportunidad de tener un nuevo inicio, empezar de cero.Natasha caminaba en círculos en aquella habitación blanca. Sus pisadas sonaban gracias a la falta de muebles, y su uniforme negro contrastaba con la pulcritud de las paredes. Un joven Clint Barton de apenas veinticinco años estaba mirándola fijamente desde el marco de la puerta, esperando a que su nueva mejor amiga se calmara un poco.
—Natasha, deberías intentar respirar un poco. —exclamó Clint. —Elizabeth te está esperando.
—No creo ser capaz de hacerlo, Barton. —comenzó a hiperventilar. —Llevo toda la vida siendo moldeada para ser una asesina a sangre fría. Mi único propósito ha sido seguir órdenes. ¡No puedo criar una niña!
—Sabes que te quiero muchísimo, pero has estado ocho meses retrasando el proceso de adopción de Elizabeth. —suspiró. —Entiendo si no te sientes lista para ser madre, pero ella es la última niña que queda. Ha visto como cada una de sus compañeras ha sido llevada a una familia, y ella sigue preguntándose porque no se ha ido. Has venido a verla todos los días, Fury le ha dado un trato especial desde el día uno por ti, y ella espera todos los días frente a la puerta exactamente a la misma hora porque sabe que tú vas a llegar.
Natasha se detuvo para mirarlo a los ojos con frustración.
—¿Por qué lo dices como si no lo supiera? Se que ella no se merece estar en el limbo, sé que merece estar con alguien que la ame, pero de amor no se vive. ¡mírame! —se señaló a sí misma.
—Ella no merece esto que estás haciendo, Natasha.
Ella comenzó a llorar, cosa que solo había hecho en muy contadas ocasiones. Sus piernas le temblaban, así que se terminó sentando en el piso con la cabeza recargada la pared. De alguna manera eso le ayudaba. Por primera vez en mucho tiempo sentía culpa, sentía miedo. Por primera vez en mucho tiempo, sentía algo.
—¡Se qué no lo merece! —exclamó. —Nadie merece lo que ella está pasando, nadie merece pasar lo que nosotras pasamos.
Clint se acercó a ella y se sentó en el piso frío, justo a su lado. Posó una de sus manos sobre la mano de Natasha, la apretó con suavidad y le preguntó.
—¿Qué es lo que te asusta tanto?
Ella lo miró con los ojos llorosos, y con su mano libre se limpió unas lágrimas que habían logrado escapar.
—No sé si voy a poder protegerla. —suspiró. —He visto a esa niña crecer detrás de rejas, siendo yo la única persona que le daba el mínimo afecto, que intentaba conectar con ella. Yo era la única que las veía como algo más que un experimento.
Clint escuchaba sus palabras sin interrumpirla. Quería que ella pudiera responderse sus propias dudas, ya que solo así, Natasha podría entender que era lo que su corazón le estaba diciendo.
—Cuando ella nació, solía colarme durante las noches para verla dormir, incluso más de alguna vez la cargué a escondidas. ¿Sabías lo suave que es la piel de los bebés? Porque su piel era malditamente suave, demasiado. —sonrió lentamente y miró la pared frente a ella. —Solía retrasar las noches de películas para evitar los subliminales, durante mis entrenamientos con ella siempre procuré que descansara, aún si fuera contra las reglas. Además, cuando tenía misiones de campo siempre le llevaba algún regalo. Ella era excelente escondiéndolos, es muy inteligente. Apenas tiene ocho años y nunca lograron encontrar ninguno. —soltó una risa. —Ella necesita una familia normal.
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Red Widow [Peter Parker]
Fanfiction"-No me gusta mentir, odio hacerlo, pero odiaría más que algo les pasara por mi culpa. -torció la boca. -Es parte de la vida del héroe, mentir es algo que sale natural. -No tienes que darme explicaciones de eso, Araña. -respondió Elizabeth -Lo sé -s...