Red Widow [Peter Parker]

Capítulo 10: Flechas

Elizabeth y Natasha apenas se habían acomodado en el salón. Natasha estaba revisando unos papeles en el sofá, mientras que Elizabeth había estado sentada frente a su madre, tejiendo un suéter pequeño para el bebé de Clint, Nathaniel. Era color azul con una N en el pecho.

Ese día era un sábado bastante tranquilo, pero Elizabeth había notado que Spider-man no había ido a visitarla desde el miércoles, día en el que había tenido su última vigilancia. Ella estaba un poco confundida. Prácticamente había dicho que podía llegar a sentir algo por Peter, cosa que no debió haber molestado al arácnido a menos de que no fueran la misma persona.

Por su parte, Peter parecía intentar interactuar más con ella, pero sus intenciones iban más por el cuestionamiento y no por la conversación en sí. Eso le parecía bastante desconcertante.

Habían pasado demasiadas cosas durante estos meses como para negarlas. Desde la situación del té, las frases idénticas, el traje. Incluso la edad y los contactos coincidían. Ella se negaba a pensar que él castaño no era Spider-man, no porque quisiera romper las promesas que le había hecho a su madre, sino porque estaba empezando a sentir cosas por dos personas que parecían ser la misma. Ella se negaba a aceptar por completo sus sentimientos hasta estar segura

—Lirio, ¿Estás bien? —dijo su madre hablando ruso.

—¿Por qué lo preguntas? —respondió de igual manera.

Muchas veces, ellas hablaban ruso entre ellas cuando estaban en un lugar donde podía entrar más gente. Ellas sentían que la barrera del lenguaje les daba un poco de privacidad.

—Bueno, no has hecho nada más desde que viniste a hacerme compañía. —señaló el suéter con la cabeza. —¿Qué sucedes? ¿Tuviste una discusión con Wanda?

—No, solo estoy algo estresada... —frunció los labios. —Cosas de la universidad, sabes que esto me ayuda a relajarme.

—Eso es verdad. —sonrió para volver a mirar las hojas. —Si quieres podemos practicar tiro ya que termine con esto, ¿Qué te parece?

—Suena bien, mamá. —sonrió para luego suspirar.

Steve entró a la sala mientras intentaba utilizas su celular.

—¿Pueden hablar algo que yo entienda? —dijo sentándose justo al lado de Natasha. —En serio, cuando ustedes hacen eso siento que me están ocultado algo.

—Relájate, Capipaleta. —dijo Elizabeth hablándole en su idioma. —Solo estábamos hablando sobre vender tu escudo en eBay.

Natasha comenzó a reír para luego voltear a ver a Steve. —Claro, estoy segura de que nos darían una buena cantidad de dinero por el escudo de un héroe nacional.

Steve rio y se estiró para acercarse un poco más a Natasha. Elizabeth sabía lo que estaba intentando hacer, y no le molestaba. No era la mayor fan de Rogers, pero le tenía la suficiente confianza como para aprobar que fuera cercano a su madre. Él era alguien leal, y ella sabía que su madre necesitaba eso.

—¿Quieren ir por algo de comer, Nat? —preguntó. —Ya estoy cansado de la comida de Visión.

—Quien diría que un robot cocinaría tan mal. —rio con suavidad. —Hoy no puedo, Elizabeth y yo vamos practicar tiro, necesita mejorar.

—Manejo el arco mil veces mejor que tú. —miró hacia su madre. —Deberías ir, mamá, yo me quedaré. Le diré a mi tío Clint que me ayude a practicar. Solo tráeme algo de comer, por favor. La comida de Visión en serio es mala.

—Ni siquiera a Wanda le gusta. —dijo Steve en tono de burla para luego voltear hacia Natasha. —¿Qué dices, Romanoff?

—Está bien. —suspiró Natasha. —De todas maneras, tenía ganas de comer hamburguesas.