Mudarse a un apartamento nuevo es difícil para la mayoría. Muchas veces ese cambio incluye cambiar de ciudad, de amigos, muchas veces se siente como un reinicio. Incluye despedirse de todo aquello que uno conoce y ama, y para la agente recién reclutada, Natasha Romanoff, no había sido la excepción.Era su primera noche en aquella pequeña casa en Iowa, casa que Fury le había proporcionado para que pudiera tener una especie de base central. A pesar de ser de su propiedad, algo en ella no la dejaba sentirla propia. Nunca se imaginó vivir en una casa así. Tan normal. Era pequeña, pero acogedora. Tenía muebles antiguos pero sencillos, las paredes eran blancas al igual que las puertas. Era una casa bastante neutra, con muchos colores crema, lo cual algo bastante irónico considerando la vestimenta típica de la pelirroja.
Fury no estuvo muy feliz de la decisión de Natasha sobre la patria potestad de la pequeña Elizabeth, pero decidió darle el visto bueno con tal de que se quedara en las filas de SHIELD. Había algo en esa niña que lograba que incluso el hombre más importante de aquella organización tuviera un punto suave con ella.
Natasha iba a tener un par de meses para acomodarse, mientras que Elizabeth regresaría a las instalaciones de SHIELD cuando Natasha se ausentará por las misiones. Claro, eso solo en caso de que Barton no pudiera cuidar a la pequeña.
La pelirroja estaba mirando una película de los noventa en la sala, sentada en un sofá verde oscuro bastante suave. Su mente estaba completamente enfocada en la película, así que cuando escuchó un grito desde la habitación de Elizabeth simplemente comenzó a correr. Afortunadamente aquella casa era de un solo piso, por lo que no había tanto riesgo por accidentes.
Ella se dirigió al cuarto de su pequeña con rapidez, llegando en menos de lo pensado. Al cruzar la puerta se encontró a si pequeña abrazada de sus piernas, sollozando. Natasha se acercó con cuidado sin saber que hacer. Nunca había tenido que consolar a nadie que no fuera ella misma o su hermana Yelena. No sabía todavía cómo actuar ante esta clase de situaciones. Se puso de rodillas al lado de la cama de su hija, notando las suaves sábanas de color azul que habían ido a comprar ese día por la mañana. Tomó la mano de su hija con suavidad lo cual hizo que levantara la mirada.
Sus ojos estaban cubiertos de lágrimas y su labio inferior temblaba bastante.
—Mi lirio... —susurró hablando en ruso, sabiendo que su pequeña se sentía más cómoda hablando en ese idioma. —¿Qué te sucede? ¿Tuviste un sueño feo?
La pequeña Elizabeth apenas había cumplido nueve años, y esa era su primera noche en una casa real fuera de las instalaciones de SHIELD. Estaba bastante asustada, incluso desorientada. Claro que estaba feliz de poder estar con su madre, pero no esperaba que aquellos recuerdos horribles la atormentaran justo esa noche.
—Soñé que seguía adentro de ahí ...— susurró en ruso. —Soñé que me dejabas dentro, que me dejabas sola... no quiero estar sola.
La pequeña no pudo evitarlo. Comenzó a llorar a mares, pero no hacía mucho ruido. Simplemente parecía no poder dejar de hacerlo. Natasha se sentó en la cama de su hija, justo detrás de ella, mientras intentaba arrullarla con sus palabras.
—Mamá está contigo, mi pequeño lirio... —dijo en voz baja. —Todo está bien, estás a salvo.
Natasha pegó la espalda de su hija a su cuerpo, formando así una especie de nido en el cual su hija se acomodó rápidamente. La pequeña lizzie volteo para abrazarse del cuello de su mamá y seguir llorando. Intentaba controlarse. No quería molestar a su madre. Ya había molestado a alguno que otro agente que la vigilaba en l habitación roja, y eso no nunca terminó bien. Natasha le repetía que no se preocupara, que podía llorar sin temor. Ella no la juzgaba, solo quería que su niña pudiera sentir sin miedo a que la castigaran por hacerlo.
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Red Widow [Peter Parker]
Fanfiction"-No me gusta mentir, odio hacerlo, pero odiaría más que algo les pasara por mi culpa. -torció la boca. -Es parte de la vida del héroe, mentir es algo que sale natural. -No tienes que darme explicaciones de eso, Araña. -respondió Elizabeth -Lo sé -s...