Capítulo 22: Cabello rubio

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El día más difícil en la habitación roja fue el que vino después al intento de asesinato de Dreykov. La habitación roja había quedado hecha un caos, y se tuvo que hacer un cambio de sede lo más rápido posible.

Por primera vez en muchos años, todas las sedes de la academia iban a estar conviviendo juntas. Kalisha estaba nerviosa gracias a eso. Se estaban corriendo los rumores de la traición de Natasha y se estaban corriendo los rumores de las niñas liberadas por SHIELD, y Kalisha sabía lo que aquello significaba.

Todas estaban en riesgo, y si Natasha no había logrado sacar a Elizabeth, la pequeña pagaría las consecuencias.

Aquella noche, las levantaron a todos con sonidos fuertes y con linternas. Las sacaron del lugar para llevárselas a otro lado. Kalisha buscaba a Elizabeth con la mirada, pero la oscuridad no la dejaba enfocar la vista.

Cuando llegó a la habitación, no sabía en qué parte del mundo estaba. Sabía que estaba en Rusia, pero no sabía hacia dónde las habían llevado a todas. Aquel cuarto era bastante más grande que en el que se había quedado anteriormente, además de que solo había una sola cama.

No llevaba muchas cosas consigo, por lo que adaptarse a ese nuevo lugar fue bastante sencillo. Sus rutinas empezaron siendo las mismas que ya había tenido anteriormente. Despertarse, entrenar, desayunar, ballet, comer, entrenar, cenar y dormir. Un ciclo tedioso que se repetía sin fin. Quizás había algunas variaciones, como descansos entre algunos entrenamientos.

Ese día, lo primero que hizo al despertar fue formarse para ir a desayunar.

Kalisha había optado por sentarse sola. Tomó su bandeja y comenzó a comer aún con el estómago revuelto.  Esa misma mañana intentó buscar a Elizabeth entre la multitud, pero no hubo señal de ella. Era mejor mantenerse apartada, en caso de que la pequeña la buscara.

—¿Está ocupado?

Kalisha levantó la vista y unos ojos verdes tenían su mirada fija en ella. Una chica de su edad estaba Justo frente a ella, cargando una mirada juzgona, una bandeja para la comida, y una botella de jugo de zanahoria. El cabello rubio de la chica estaba trenzado de forma complicada, siendo un peinado que no muchas viudas parecían saber cómo hacer.

—No es de tu incumbencia. —respondió Kalisha recargándose contra la espalda de la silla. —¿Qué es lo que quieres?

—Sentarme.

Directa. A Kalisha le agradaban las personas directas. Era mejor eso que buscar justificar algo con rodeos y mentiras a medias. Aun así, no se sentía preparada para ser amiga de nadie. Antes de la habitación roja, no convivía con muchos niños, y en ese momento estaba más enfocada en sobrevivir que en hacer migas con alguien.

—Hay más lugares donde puedes sentarte.

—Quizás, pero el resto de las chicas aquí tienen cara de que podrían matarme, o peor.

—¿Qué sería peor a que te maten?

—Tener que matar a alguien yo. —Se cruzó de brazos. —Te ves soportable, puedo vivir con eso. Tú no me matas, yo no te mato. Es algo simple.

Kalisha bufó con tono de molestia. No estaba acostumbrada a ser amiga de alguien, quizás Elizabeth, pero la naturaleza de su relación con ella era más familiar que amistosa. Había aprendido a quererla y a entenderla con bastante facilidad. Dejar entrar a alguien tan rápido a su espacio se sentía apresurado. La alternativa era la soledad, pero eso tampoco se sentía bien.

—¿Qué gano yo con eso?

—Alguien que evitara que te maten. —sonrió a medias. —Se sabe que era cercana con una de las niñas del proyecto Anastasia, lo cual te dio beneficios antes del asesinato del intento de asesinado de Dreykov. Sabes que aquí a nadie le gustan que alguien le vaya mejor que a las demás.

Red Widow [Peter Parker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora