¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⚠️𝘈𝘥𝘷𝘦𝘳𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢: 𝘵𝘳𝘪𝘴𝘵𝘦 ┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄
Estabas buscando a tu novio por todas partes, llevabas ya 20 minutos buscándolo por el gran castillo y todavía no podías encontrarlo.
Con Sirius llevabas casi 3 años de relación, pero hace unos meses que había cambiado todo. Pues, aunque el creería que no lo sabias.
Tu sabias que el estaba enamorado de Remus, tu mejor amigo.
El sexo con el ya no el ya no era el mismo, ya no era candente o delicioso, ahora solamente follaban mientras el estaba mirando a otro lado que no fuera tu rostro, muy pocas veces se corría y te daba la excusa de que estaba cansado.
Ya no salían a citas, o pasaban el rato, siempre se veía incomodo y tenso.
Pero cuando llegaba Remus su mirada cambiaba... Los ojos le brillaban.
Y no podías culparlo, Remus era un gran chico, pero el dolor que estaba en tu pecho al ver como se alegraba con él y no contigo nadie podía cambiarlo.
Lo buscabas porque tenias que decirle algo demasiado importante.
Con Sirius habían planeado ser padres jóvenes, pues su relación iba lo bastante bien para comenzar a pensar en planes de futuro. Estaba casi terminado el año escolar por lo que los dos decidieron ya no usar protección y que sea lo que el destino quisiera.
Y había funcionado, estabas embarazada de un mes y necesitabas decírselo. En un pensamiento egoísta que paso por tu cabeza... Tenias la esperanza de que Sirius se olvidara de Remus para ir contigo.
Tenias el miedo constante de que pasara la misma historia que paso con tu madre, que tu padre se enamoró de su mejor amigo y se largo con el dejando a tu madre embrazada de ti.
Tu madre se había suicidado cuando tenias 11 años... Cuando entraste a Hogwarts no pudo con la angustia y pena de la traición de su esposo y termino suicidándose, dejándote a cargo de los Potter.
Es casi graciosa la situación, es como si la historia se repitiera, pero el dolor que te causaba, los nervios, el estrés y la angustia ya te estaban agotando.
- Sirius necesito... - Lo llamas sin tocas a la puerta. – Hablar contigo. – Dices sintiendo como todo tu cuerpo se congelaba.
Era Sirius y Remus, en la cama de el ultimo. Sirius sentado a horcajadas en las piernas de Remus mientras se besaban desesperadamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.