Capítulo I

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(PD: Se puede ver el trailer de esta historia en mi fijado de Twitter: @Sylenslyth)
--> SEGUNDA PARTE DISPONIBLE EN MI PERFIL.

Lewis,Virginia, 1729:

Esta historia cuenta que, en la ciudad, el matrimonio Wittrock era un matrimonio muy formal, educado y nada problemático. El señor Jason, de estatura alta, tez morena, pelo castaño rojizo, con reflejos pelirrojos en su barba y ojos azules, conoció a su actual mujer cuyo nombre es Anna, de una gran belleza, con el pelo largo y moreno de unos ojos tan negros como el carbón, en mitad de una calle. Ambos iban con prisas y chocaron doblando una calle. Jason se enamoró de Anna a primera vista, y supo que debía volver a encontrarse con ella y conquistarla fuera como fuese, pero Anna ni siquiera tuvo tiempo para fijarse en aquel hombre. Pasaron los días, los meses, las horas...Jason seguía sin encontrar a aquella dama que tras un choque casual, le robó el corazón con una mirada. No se rindió, intentó ir más veces por la zona en la que la encontró, y sin querer mientras la buscaba, volvieron a encontrarse en el mismo lugar. Ambos sufrieron un acelerón de corazón sin querer y entonces Anna también sintió algo por él. A partir de ese instante, comenzó una muy buena amistad que poco a poco se fue convirtiendo en algo más. Empezaron una relación que no fue aprobada por ninguno de los familiares, a ella le prohibieron verlo, a él, verla. Se separaron, sin embargo se seguían encontrando a escondidas. Y así durante años. Jason encontró un buen trabajo en el que ganaba el suficiente sueldo para mantener una pequeña casa con la mujer que amaba, y por ello, le pidió a Anna irse con él a vivir lejos de sus familias, lejos de los problemas ya que ella ya era mayor para tomar sus propias decisiones. Aceptó, ella lo amaba con todo su ser, y no le importaba lo que pudieran decir sus padres, se iría con él y nadie podría detenerla. Sus padres la dejaron marchar con la condición de que nunca jamás regresara a casa si las cosas salían mal. Anna estuvo de acuerdo, decidió alejarse para siempre de ellos y se marchó con Jason hasta el final. Lograron encontrar una casa aceptable para vivir los dos y no muy cara, la que con el dinero de él consiguieron decorarla muy bonita. Los vecinos se acercaban para darles la bienvenida con cestas de fruta, pan o comida, todo les iba bien. Y entonces llegó Valeria dos años después, la hija que sin pensar vino al mundo una noche de invierno de 1731. Valeria heredó los ojos azules y el cabello lacio y rojizo de su padre, y la belleza de su madre a la que tanto se parecía. Valeria era risueña, divertida, alegre y fantasiosa, le encantaba salir al bosque persiguiendo mariposas con su dulce sonrisa. Un día, caminando por el verde bosque que no quedaba muy lejos de la ciudad, conoció a sus dos mejores amigos: David y Avril, que pasaban las tardes enteras correteando por el bosque o jugando a juegos típicos como el escondite. Valeria fue acogida por los niños que tenían la misma edad que ella, diez años. Y ahora os preguntaréis, qué hacían tres niños tan pequeños por un verde bosque y solos...Lo cierto era que Valeria al haber nacido sin ser planeada, sus padres le daban cierta libertad, y aunque era su hija, no le prestaban la atención que la menor se merecía, y Valeria, a pesar de no entender las cosas con claridad todavía, necesitaba el calor de una familia. Pasaron los meses, Valeria se iba cada día a jugar con sus amigos, los únicos que le hacían caso, los únicos que estaban a su lado, los únicos con los que podía sonreír durante horas sin cansarse. Una noche, Valeria era incapaz de dormir, Anna y Jason estaban discutiendo en el piso de abajo, Valeria bajó las escaleras lentamente con los pies descalzos para no hacer ruido y poder escuchar lo que estaban hablando.

-Intentaré encontrar un nuevo trabajo. Así no vamos a poder aguantar mucho más en esta casa.-dijo Jason-

-A no ser que...

-No Anna, la niña se debe quedar aquí.

-Si la vendemos nos pueden dar una cantidad aceptable de dinero con la que poder mantener el hogar y a nosotros mismos.

-Debo pensarlo, esto no es algo que pueda decidirse ya...

-Estoy contigo. La echaría mucho de menos.

La niña se entristeció al escuchar que la iban a vender por un puñado de monedas, se sintió inservible, como un estorbo para sus propios padres. Corrió a toda velocidad hasta su cuarto, donde entre las sábanas se refugió llorando sin hacer el mínimo ruido para no ser escuchada por ninguno de los dos. No quería irse lejos de su familia y mucho menos ser vendida y comprada por a saber quién. 

La esclava blanca #Libro1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora