Derek destapó sus ojos y ella se dio la vuelta para mirar los suyos.
-Sí pero, ¿es necesario invitar a tanta gente? Creo que a la mayoría ni los conoces.-dijo Valeria-.
-No, eso es cierto. Mi intención es que disfruten de mis fiestas, y lo más importante: que un año más sigues a mi lado.
Como ya todos sabían de su relación, la besó lentamente sin importar quién pasara por allí en ese momento. La gente ya iba llegando, Derek y Noel salieron a recibir a cada invitado estrechando sus manos y saludando con simpatía y educación. Mientras tanto, Valeria y Helen salían fuera para empezar a encender las antorchas, cuya luz iluminaba lo suficiente para ver todo con claridad. Una hora más tarde, todos los invitados de Lewis y de los demás países ya habían llegado, todo estaba funcionando acorde con los planes: Bellas doncellas con sus esposos de la mano, y como no, bellos caballeros algunos solteros y otros casados. Los músicos ya estaban tocando música tranquila por ahora, pues estaban bebiendo y comiendo lo que sus estómagos pedían. Tras acabar, Valeria, su nodriza y cinco esclavos más salieron de la casa para recoger las sobras, limpiar las mesas y dejarlo todo impecable. Un matrimonio curioso y familiar fijó la vista en la pelirroja que colaboraba sin descanso; Jason y Anna reconocieron sin duda alguna a su pequeña Valeria, pero ella ni siquiera se dio cuenta de la presencia de sus padres. Años después de haberla vendido, Jason consiguió un buen trabajo en una fábrica cobrando un gran sueldo que le permitió comprar y vender sus propias tierras con la intención de recibir más y más dinero. Vendieron aquella casa que tenían y se hicieron con una mansión de dos pisos donde vivieron cómodamente. Fueron conocidos por sus grandes fiestas, su apellido estaba presente en todas las regiones y todo el mundo ansiaba conocerlos. Aún así, no eran felices, les faltaba su hija, pues a pesar de que tenían su deseado dinero, ella les faltaba. La buscaron más de una vez, preguntaron por su pelo rojo y sus ojos azules, pero nadie sabía nada hasta que un rumor llegó a sus oídos: Valeria murió. Desde ese entonces y apenados, dejaron de buscarla para siempre. Ahora era diferente, la habían encontrado y querían recuperarla. Anna pidió un momento hablar a solas con Derek y ambos se fueron al despacho para que nadie escuchara lo que estaba a punto de saber. Valeria los vio subir, y como no reconoció a su madre porque estaba de espaldas, le entró una sensación que no le gustó nada, los celos volvieron a invadir su cabeza de dudas, de preguntas y de desconfianza. Decidió calmarse, pues así no llegaría a ningún lado y dejar atrás sus temores ya que no sabía el por qué subía con una mujer arriba. Llegaron al despacho y Derek le ofreció asiento a Anna, que le resultaba familiar, Valeria se parecía bastante a ella.
-Esa joven de ojos azules...-dijo Anna-
Derek sonrió.
-Todos preguntan por ella, llama mucho la atención.
-Se llama Valeria ¿verdad?.
Derek se quedó sin habla cuando acertó su nombre.
-¿La conoces?.-preguntó él-
-Es mi hija... No hay duda.
Derek se llevó la mano a los labios tosiendo leve sin apenas poderlo creer. Pudo imaginarse que querían recuperar su libertad, salvarla de la esclavitud y hacer de ella una persona noble y con dinero con un título que envidiar.
-¿Hay algo que pueda hacer para llevarla a casa?.-preguntó ella-
-Sí. Vosotros sois su familia, y aunque yo tenga su libertad, no tengo nada que hacer al respecto. Pero para comprobar que no sois unos impostores, debo saber si ella todavía se acuerda de vosotros. Bajaré abajo y le pediré a tu marido que se reúna contigo aquí. Yo hablaré con Valeria un momento si me permites.
-Por supuesto.
Derek, ya casi sudando de pensar que perdía a su niña para siempre, bajó abajo al jardín, buscó a Jason y le guió hasta el despacho. Mientras él subía, Derek fue a buscar a Valeria. Se encontraba en la cocina hablando entre risas con su nodriza, y al verla sonreír se detuvo para verla así un rato más intentando contener la primera lágrima que ya se asomaba por uno de sus ojos. Cuando Valeria lo vio, no pudo evitar dedicarle una de aquellas sonrisas, las cuales se le fueron tras la orden de dejarlos a ambos a solas para conversar. La joven lo conocía, sabía que algo no funcionaba correctamente por la expresión de tristeza reflejada en su rostro.
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La esclava blanca #Libro1
RomanceCorre el año 1731, narra la historia de Valeria, una esclava blanca que no conoce otra vida que servir a su amo tras ser vendida por sus propios padres a los diez años de edad, pero un día, la rutina de la joven pasa a ser su peor pesadilla al caer...