La esclava blanca #Libro1

Capítulo XII

Valeria permanecía doblando unos cuantos juegos de sábanas para luego hacer todas y cada una de las camas de la casa. Estaba concentrada en su tarea, no pensaba nada más que en terminar lo antes posible para tener algo de tiempo libre , pero entonces, sin querer pensó en la escena del baño donde Derek la encontró desprevenida y desnuda. Se avergonzó de golpe, quiso que la tierra la tragara por haber sido tan despistada. Una de las sábanas que estaba doblando se le resbaló de las manos y cayó al suelo. Asqueada se arrodilló para cogerla y una mano se posó sobre la sábana. Valeria alzó la mirada y se encontró con Derek, que le entregó la tela blanca y después se levantó. Ella hizo lo mismo y se quedó absorta ante su presencia imprevista.

-¿Te ocurre algo?.-preguntó Derek-

-No. Es sólo que...Nada.

Valeria dejó de atisbarle y continuó doblando las sábanas ignorando su figura por completo, sin embargo, él no se daba por vencido.

-Valeria...-insistió él-

-Me siento una estúpida. Está bien que nos des más libertad que otros amos con sus esclavos pero creo que he abusado de esa confianza y me siento idiota.-logró articular Valeria-

-No te sientas así, te dio curiosidad y lo comprendo.

-¿Por qué eres tan bueno conmigo?. Quiero decir, con nosotros.

-No me divierto con el sufrimiento de los siervos. Creemé, si pudiera os daba la libertad a todos, pero la ley me lo impide.

-Yo no me iría. No conozco otro lugar mejor que este.

-Y yo estaría feliz de que eligieras quedarte, no creo que pudiera soportar no verte.

La respiración de Valeria empezó a agitarse tras la última frase de su amo, que le acarició lentamente el cuello con una mano, y con la otra, le apartó el cabello de la cara.

-¿Estás nerviosa?.-preguntó Derek rozando su nariz con la de Valeria muy cerca de sus labios-

-Lo estoy.-contestó ella-

Derek, sin poder evitar la tentación, fue besándola despaciosamente acariciando su nuca con ternura derritiéndose junto a Valeria entre un beso adepto y muy ardiente del que ninguno pudo resistirse. Después de siete años, el sueño de Valeria se había hecho realidad así tan de repente, era la persona más feliz del mundo en ese instante. Sentir tan pegados los labios de su amo le encantaba, estaba como en una especie de sueño del que no quería despertar, pero entonces, un mal presentimiento le vino a la mente y se apartó de su boca. Quería seguir, por supuesto que sí, no obstante se dijo: "¿Y si lo que él siente sólo es una ilusión?". No quería precipitarse tan pronto sin saber antes qué era lo que Derek en verdad sentía por ella, y en vez de preguntarle y salir de dudas, simplemente negó con la cabeza y se subió corriendo al baño de arriba para encerrarse y conceptuar las cosas con soltura. Sin agobios, sin presiones. Él no podía dejarla marchar así tan fácilmente, entró al baño y cerró la puerta aproximándose a ella nuevamente, a su cara, a sus labios.

-No puedo sin antes saber qué sientes por mí.-dijo Valeria-

-Me vuelves loco, estoy cerca de ti y no sé controlarme. Disparas todos mis sentidos. ¿Y tú?, ¿por qué te has dejado besar?.

-Te llevo queriendo siete años de mi vida...Y me he apartado porque tengo miedo de que lo que sientas tú simplemente sea una ilusión.

-Desde que mi esposa murió nunca he deseado a ninguna mujer. En cambio contigo...

-Bésame.

Derek así lo hizo, volvió a besarla sin poder evitarlo, sus deseos eran más fuertes que la propia razón. A Valeria se le erizó la piel de todo el cuerpo, era una sensación adictiva de la que no quería escapar ni por un segundo, necesitaba de él para ser feliz y lo era, era la persona más feliz del mundo. Todo iba perfectamente bien hasta que la voz de Noel llamando a su padre sonaba por todos los pasillos de la casa. Los dos empezaron a sentirse nerviosos y Derek le pidió que no se moviera de allí hasta que no pasaran al menos un par de minutos. Valeria asintió y él salió por la puerta vigilando por si alguien venía. Caminó buscando a su hijo hasta encontrarlo bajando las escaleras. Noel preguntó por Valeria, y Derek se encogió de hombros sonriéndose asimismo por dentro tras volver a recordarla. Mientras tanto, arriba en el baño, la pelirroja decidió que ya era hora de ir saliendo. Estaba en una nube de la que no quería bajarse por nada del mundo.

Al día siguiente, Valeria despertó con una pequeña carta al lado de su almohada. Sonriente como de costumbre, la cogió y comenzó a leerla imaginándose quién pudo haberla escrito:

"No puedo olvidar lo que pasó ayer, lo cierto es que necesito de ti a cada instante que pasa. Cuando despiertes, ven a verme junto a la laguna. Te estaré esperando hasta que aparezcas."

La chica sonrió como una niña agarrando la carta entre sus manos depositándola junto a su corazón llena de una inmensa ilusión. Luego, la dejó sobre la cama y se apresuró para vestirse y reunirse con el amor con el que tantos años había deseado poseer. Se peinó su melena lisa y corrió a su encuentro sin hacer la cama y dejando ahí encima la carta de su amo, sin pensar que alguien podría leerla y descubrirla. Salió de la casa y recorrió el bosque hasta llegar a la laguna en la que solía darse algún que otro chapuzón, donde Derek ya la esperaba ansiado por verla. Al verla aparecer con su elegante caminar, no pudo esperar a que ella llegara ante él, corrió hacia Valeria y la besó dulcemente, sintiendo ambos, aquel beso en lo más profundo. Mientras tanto, allá en la casa, Noel buscaba a su mejor amiga para hablar un rato con ella, puesto que ya casi no pasaban tanto tiempo juntos como antes. Bajó a los sótanos y la llamó un par de veces antes de ver su cama vacía, y sobre esta, una nota. Noel fue tentado por la curiosidad de leerla y no pudo respetar la intimidad de Valeria. Tras leerla, su corazón se activó a una gran velocidad ante el temor de perderla por otro hombre, algo que detestaba por encima de todo, no soportaba la idea de que la chica fuera de otro, se ahogaba en sus propios celos. Arrugó la nota y la lanzó fuertemente contra la cama saliendo a toda velocidad del sótano para ir a la laguna y verle la cara a aquel "ladrón" que se llevó el amor de Valeria.