La primera noche de Valeria, ya fue horrible: Blake le ató las manos a una columna pudiendo dejarla en una de las camas que había dentro de aquella pequeña casa abandonada de un sólo piso en la que solían jugar de pequeños. Él salió por la noche hacia su hogar para regresar con comida para ella, la que le daba él mismo con la intención de que Valeria no estuviera libre ni siquiera para comer. Al principio, no quería probar bocado por orgullo, se negaba a que un imbécil sin escrúpulos le tuviera que dar de comer como si ella no supiera hacerlo por sí sola, pero después acabó accediendo si no quería morir de inanición. Alrededor de la una de la madrugada, Blake se tumbó sobre la cama contemplando a su obsesivo "objeto" ahí atado y maltratado.
-¿Qué me miras?.-preguntó Valeria-
-Cuidado con esos modales pequeña y tonta niñata. Conmigo no te convienen.
-Pues sácame de aquí.
-No. ¿Sabes una cosa? En el fondo me ha venido bien que me utilizaras. Eres el cebo perfecto para atraer a Derek. Y te aseguro que cuando venga no tendré compasión.
-¿De verdad serías capaz?.
-Se nota que no me conoces. Y ahora cierra el pico y duérmete.
Blake se acomodó en la cama y unos diez minutos después se quedó plácidamente dormido. Sin embargo, Valeria nunca había experimentado una situación así, nunca había dormido con las manos atadas a una columna ni sentada. Lo intentó, pero la cuerda le hería las muñecas, el suelo era incómodo y la columna le producía un dolor tremendo de espalda. Su único consuelo era pensar en Derek, lo que la mantenía con ganas de escapar de allí antes de que él pudiera encontrarla para que no le sucediera nada malo. Finalmente, a altas horas de la noche acabó durmiéndose profundamente a pesar de la mala postura y la incomodidad. A la mañana siguiente temprano, cuando más cómoda se encontraba Valeria durmiendo, Blake la despertó derramando en ella un cubo lleno de agua. Se despertó de golpe entre una horrible tos y un agobio que le impedía ubicarse por unos segundos. Entonces se dio cuenta de que se encontraba presa en manos de Blake y en una casa de mala muerte.
-Vamos a salir a dar un paseo para que te muevas. Y mucho cuidado con armar escándalo.-dijo Blake-
-¿No me sirves el desayuno?.-preguntó ella sarcásticamente-
-No querida, no te hace falta.
Blake desató la cuerda liberando al fin sus manos algo heridas por la fuerza de los nudos. La levantó del suelo cogiéndola de un brazo y se la llevó por la fuerza a pasear alrededor del bosque. La llevó a un manantial para que se lavara la cara y un poco el cuerpo antes de regresar. Valeria así lo hizo, mojó sus manos y luego las pasó por toda su cara y cuerpo. Al irse a levantar, vio en la orilla una roca con la que poder defenderse de Blake. La cogió sin que él se enterara y después se levantó del suelo mientras pensaba si golpearlo o no. Aunque finalmente se decidió por hacerlo. Blake se volvió a acercar a ella para cogerla nuevamente por la fuerza, y entonces Valeria golpeó su frente con la roca. Él comenzó a sentirse mareado, su frente sangraba como una cascada deslizándose por todo su rostro hasta impedirle ver a Valeria para apresarla. Ella lo vio caer arrodillado ante sus ojos y se largó veloz en busca de una salida antes de que Blake la encontrara, pues si lo hacía, lo más probable sería que acabara con ella. Valeria atravesó bosque y más bosque sin encontrar una salida ni nadie que la pudiera ayudar, es más, se dio cuenta de que andaba en círculos, daba vueltas sin querer por el mismo terreno. Empezó a alterarse, ya no sabía por donde irse, qué dirección tomar para escapar cuanto antes porque todavía no estaba segura. De pronto, el relinche de un caballo aproximándose la hizo estremecer. Su reacción fue esconderse detrás de la copa de un gran olmo por si se trataba de Blake. Cuando ya el jinete misterioso hizo su aparición, Valeria se atrevió a asomarse un poco para ver quién era. Sus ojos no podían creer lo que estaban viendo: Derek estaba ahí parado buscándola sin descanso. Fue a salir de su escondite dispuesta a correr hacia él, montarse a su caballo y marchar juntos de allí, pero todas aquellas ilusiones se truncaron cuando Blake le tapó la boca por detrás y la volvió a esconder tras el el olmo. Derek escuchó el ruido de los matorrales en movimiento y su vista se fue directamente al olmo por unos segundos. Como no vio nada, se fue de allí a buscar en otro lado. Blake, enfadado con ella, le cogió la mano derecha y la arrastró con fuerza por la corteza del olmo raspando su piel. Intentó liberar su llanto, pero la mano de él sobre su boca se lo impedía, sólo podía llorar en silencio.
-Lo que has hecho está muy mal. Te enseñaré una lección que no olvidarás.-dijo Blake-
Por el camino, Valeria iba muy asustada, ¿qué le haría Blake ahora que la había encontrado?. Justo antes de entrar a la casa, Valeria golpeó a propósito la pata trasera del caballo de él para que se quejara y así poder captar la atención de Derek. Cuando Blake vio que su caballo estaba tan alborotado, cogió a Valeria del cabello y la arrastró hasta el interior de la casa donde la tiró contra el suelo. Se colocó encima suya y le puso el filo de una daga sobre el cuello.
-¡Estúpida!. Aprenderás a no jugar conmigo.
Le dio la vuelta poniéndola de boca al suelo y ató de nuevo sus manos a la espalda para cortar su movilidad. Mientras tanto, él se cosió la herida de la frente como mejor supo hacerlo, siempre vigilando a la chica. Unos diez minutos después, Blake volvió a colocarse encima de ella con la daga sobre el cuello.
-Matarte ahora estaría bien, pero prefiero verte sufrir a que tengas una muerte indolora. Empezaré por cortar cada trozo de tu piel para que seas testigo de la sangre que pierdes antes de tu último aliento. Observa, se hace así.
Blake fue a cortar un poco la piel de uno de sus brazos, mas no lo hizo, una espada se puso alrededor de su cuello y todo se detuvo.
-Levántate y aléjate de ella.-dijo Derek-
De nuevo, todo volvió a pausarse, Blake pensaba en la forma de salir intacto de aquella situación. Rápidamente, empujó con fuerza a Derek hacia atrás para levantarse y coger nuevamente a Valeria como rehén.
-Si te acercas la mataré delante de ti.-dijo Blake-
-Esto es entre tú y yo. A ella déjala libre. Es a mí a quien quieres matar.
Valeria le dio un codazo a Blake en la cara y este la empotró contra un viejo armario dejándola totalmente inconsciente.
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La esclava blanca #Libro1
RomansaCorre el año 1731, narra la historia de Valeria, una esclava blanca que no conoce otra vida que servir a su amo tras ser vendida por sus propios padres a los diez años de edad, pero un día, la rutina de la joven pasa a ser su peor pesadilla al caer...