capítulo 24.

556 30 0
                                    

12 de Septiembre de 2017.

Antonella

—O sea que cambiamos eso. Hago el truco primero y después nos juntamos los tres en el medio..

—Sisi. 

—Ok, espero acordarme. —me senté en el piso a elongar porque sentía venir un calambre.

—Te aprendiste una coreografía de cinco minutos en tres días, Anto. Esto no es nada.

Cómo olvidarme.

El año pasado había tenido un esguince en el pie que me impedía apoyarlo en su totalidad porque ante una mínima presión ya me dolía. Justo en ese momento el ritmo era libre y nos habían permitido que la coreo durara como máximo cinco minutos.

Me ofrecieron un reemplazo y me negué rotundamente porque quería bailar yo. El médico dijo que lo más conveniente era que no lo hiciera, pero hice oídos sordos.

Presencié todos los ensayos pero nunca bailé, solo agarré el celular y grabé para después ver todo en casa por horas. Mientras tanto había venido otra bailarina a acompañar a Facu porque obviamente el pobre necesitaba hacerla con alguien mientras. Yo la practiqué directamente en la pasada general y nada más que tres veces, una vez por día.

Básicamente me la aprendí mirándolos.

Después la lesión me pasó factura pero poco me importó cuando nos dieron el puntaje y vi que éramos una de las mejores parejas.

—Pensar que vos y Facu tendrían que estar acá. —dijo Fede haciendo referencia a que, si yo no hubiera renunciado, seríamos nosotros la pareja y no él con Laurita.

—No me hagas acordar que perdí y les saqué a los chicos la oportunidad de un bicampeonato porque me fui para después volver a los cuatro meses. Gracias.

—¡Ay, pobre! —sonrió ella.

—¡Dale, arriba! —empezó a sonar Thinking Out Loud de Ed Sheeran.

Mati, a Facu y a mí, siempre fue de distendernos en el medio de un ensayo con cualquier otro género de música para bailar libremente, él incluido. Y al parecer con ellos seguía la costumbre.

—¡Facundooooo! —corrí a abrazarlo apenas lo vi aparecer en el estudio del programa.

Cayó él y a los segundos empezaron a caer los otros bailarines a los que les tocaba ensayar después de nosotros.

—¡Boluda! ¿Cómo estas? —me levantó del piso.

—¡Ay, re bien! ¡Te extrañé tanto!

—¡Yo también!

Nos quedamos hablando hasta que completamente de la nada tenía una cámara apuntándome y al notero con el micrófono al lado.

—¿Hola?

—¡Cómo estas! Estamos en vivo para Este es el show.

Saludé a la cámara y me puse la cucaracha que me habían encajado de prepo.

—¡Antonella, hola! —saludó el conductor.

—¡Hola! ¿Cómo andan por ahí?

—Todo bien. ¡Qué lindo verte en la pista otra vez!

—Sí, la verdad que siempre es lindo venir acá.

—¿Cómo vas con la coreo? 

—Perfecta. Los chicos son unas bestias.

—Vos no te quedas atrás tampoco.

—¡Ay, tonto! —bromeé. —Na, en serio, muchas gracias.

Irresponsables | Paulo Dybala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora