i wanna be yours | eddie munson x male oc

𝟓𝟗. 𝐍𝐢ñ𝐨 𝐛𝐨𝐧𝐢𝐭𝐨

Luego de tener ese episodio, Eddie se aseguró de que comiera al menos tres veces al día, incluso si estaba trabajando solía pedirle a su compañero que lo cubriera para comprar comida para Kit y llevársela, este le decía que no hacía falta y que se sentía culpable de que el mayor gastara su dinero en costosa comida, pero él entonces sólo sonreía y le decía:

— Kit, ¿me amas?

Entonces el menor lo miraba confundido y asentía. — Sabes que sí.

— ¿Entonces entiendes por qué hago esto?

Eddie sonreía de lado y buscaba su mirada, lo ponía nervioso y le gustaba hacerlo, Kit sólo lo mandaba a callar con un fuerte sonrojo y continuaba comiendo lo que su novio le llevaba. Jacob sonreía viéndolos desde lejos y cada vez que Eddie volvía al trabajo le daba una palmada al hombro y lo miraba con cariño, lo agradecía. Agradecía que Kit tuviera a alguien como Eddie, que se preocupara por él de verdad e hiciera lo imposible para verlo bien y feliz; en el pasado cuando su hijo tenía esos episodios ambos la pasaban realmente mal, a veces solían discutir y el menor se iba a su cuarto hecho un manojo de lágrimas, pero con Eddie a su alrededor eso era historia.

¿Que qué tenía ese joven adulto metalero hiperactivo? Ni él lo sabía, pero agradecía tenerlo presente en sus vidas.

Incluso Dante se había vuelto más atento a él, y en parte lo agradecía, pero lo cierto era que no le gustaba que lo hiciera. Comenzaba a sentirse un estorbo para los demás, excepto para Eddie, con el de rulos dando vueltas a su alrededor recordándole cada cinco segundos lo amado y adorado que era por él le parecía realmente imposible siquiera pensar en ser un estorbo para él.

Ya no estaba pálido, sus ojos habían recuperado su brillo natural, sus ojeras comenzaban a ser menos visibles y había vuelto a dormir con normalidad, pues Eddie se colaba a escondidas a su cuarto. La primera vez que subió por las enredaderas Kit tuvo que ayudarlo a subir entre risas. Estaba en su escritorio estudiando como normalmente lo hacía cuando escuchó un forcejeo en su ventana.

— ¿Qué...? — volteó y vio a su pareja luchando con su ventana, soltó una risa y fue hasta él para abrirla — ¿Qué crees que estás haciendo, Munson?

Eddie le sonrió de lado y extendió su mano. — Colándome a tu cuarto como lo prometí. Ayudame, bonito, tengo el pie atorado en la enredadera.

Subirlo mientras se quedaba sin aire por reírse había sido difícil, pero había valido la pena cuando el mayor lo llevó hasta su cama entre besos y risas. Había comenzado a dejar su ventana destrabada, por lo que a veces lo oía entrar mientras estudiaba y sonreía cuando lo saludaba con un beso en la mejilla, en su cuello o simplemente revolviendo su cabello. Esa nueva rutina entre ellos le gustaba, en especial dormir abrazado a él, las pesadillas se evaporaban con Eddie a su lado.

Kit estaba en clases de historia, a su novio le tocaba de Química por lo que nuevamente se hallaba solo tomando notas, excepto que a su lado estaba Dante y un asiento delante suyo Sarah, que volteaba de vez en cuando a hablar con ambos.

— Y... ¿te sientes mejor? — le preguntó el castaño a su lado, Kit le dirigió una sonrisa y asintió.

— Sí, de hecho sí, gracias.

— ¿Por qué? — preguntó el más alto soltando una risa un poco confundido.

— Por preocuparte y haberme prestado tu campera ese día, creo que no te lo había agradecido antes. — dijo Kit un poco apenado, el contrario negó con una sonrisa amable.

— No agradezcas, después de todo eso hacen los amigos ¿no?

Kit alzó las cejas con sorpresa, pero terminó sonriendo con timidez. No pensaba hacer un amigo tan rápido, y Dante le caía bien, era buen chico y más de una vez lo había ayudado, ya sea prestándole cosas que necesitaba o explicándole algo que no entendía de su clase. Últimamente insistía en que debían de salir un día de esos, siempre le decía que lo pensaría pero en realidad no sabía la respuesta exacta. No sabía si Eddie quisiera hacerlo, y no quería dejarlo de lado por una persona que acababa de conocer.