Resulta que no había sido tan malo como en un principio había creído estando bajo los malos sentimientos que las personas de su, ahora, pasado le habían causado.
La gente era agradable, extraña, pero agradable. Jacob, su padre, lo había incitado a recorrer el pueblo en lo que lo inscribía al secundario, y había sido recibido con calidez, se sintió bienvenido. Incluso llegó a pensar en que las cosas realmente podrían cambiar.
Aún así no había hecho ningún amigo todavía. Primero debía acomodar sus pensamientos, si se dejaba consumir por ellos su personalidad daría un giro de 180°.
Antes de irse al secundario de Hawkins su padre lo detuvo por el hombro.
— Kit, quiero que te concentres en hacer amistades verdaderas ¿de acuerdo? No repitamos lo de...
El muchacho sonrió a medias. — Sí, no te preocupes, pá.
Jacob asintió no muy convencido y suspiró con tristeza. — No hace falta que seas otra persona ¿bien? Sé tu mismo, pero con cuidado, no todos son buenos, hijo.
A Kit la sonrisa le tambaleó un poco y asintió. — De acuerdo.
Abrazó a su padre, tomó su almuerzo y salió corriendo al establecimiento.
Estaba ubicando su casillero cuando sucedió. No lo había visto venir, tenía los ojos clavados en los números del papel que el director le había entregado. ¿Dónde demonios quedaba esa chatarra?
— Eres el nuevo ¿verdad?
Pegó un salto asustado cuando alguien asomó su rostro sobre su hombro, unos cabellos realmente despeinados rozaban su cuello, causándole cosquillas. Casi se sintió sofocado al ver una sonrisa burlona demasiado cerca de su rostro, carraspeó incómodo y tomó distancia.
— Eh... sí. ¿Se nota mucho?
El muchacho a su lado rió y asintió. — Sí, a kilómetros se nota tu agonía. ¿Qué buscas?
En ese momento fue cuando lo miró con atención. Era alto, parecía fuerte, tenía el cabello largo y despeinado como si nunca lo hubiera cepillado, una sonrisa de morirse y una mirada burlona. Era innegablemente atractivo, pero Kit era consciente de que debía dejar todo eso detrás.
Por más que su padre le dijo lo contrario, él moldearía su personalidad de tal manera que luciría más heterosexual que cualquier hetero promedio.
Apartó la vista de los ojos del contrario y le mostró su papel. — Mi casillero. Si te soy sincero... no sé ni dónde estoy parado.
El contrario soltó una risa nasal e hizo un ademán con la cabeza para que lo siguiera. — Síp, ya lo creo, este casillero está en la otra punta, nuevo.
Kit metió sus manos en los bolsillos de su campera de cuero, caminando a su lado. — Me llamo Kit, Kit Damons.
— Oh, si, lo siento. Me llamo Eddie Munson y ahora mismo seré tu guía, a menos que quieras perderte y ser devorado por Jason y su séquito de descerebrados.
Kit rió un poco confundido. — ¿Qué?
El contrario le mostró una sonrisa sarcástica. — Realmente debo ayudarte o te convertirás en un chivo expiatorio ¿verdad, niño bonito?
Kit se ahogó con su saliva y comenzó a toser salvajemente mientras el chico a su lado comenzó a golpear su espalda, riendo. No sabía cómo tomarse su comentario, pero el apodo realmente lo descolocó por un momento.
— ¿Debo sentirme ofendido...?
Eddie negó, pasando un brazo sobre sus hombros. Kit arqueó las cejas sorprendido, parecía que se había cruzado con una persona demasiado extrovertida, demasiado. — No. Verás, Jason y su bola de tarados son los reyes aquí, juegan baloncesto y esa clase de mierda, son bravucones de cuarta, nada nuevo. Mi consejo es que te mantengas alejado de ellos si no te quieres contagiar de su estupidez.
Kit asintió, entendiendo. — Ah, ya entiendo. De donde vengo hay mucho de esa especie.
Eddie chasqueó con la lengua y le dio una palmada en el hombro. Casi le había dolido, sus manos eran grandes y estaban adornadas con anillos igual de grandes, ya sabía con quién no buscar pelea. — Pues lo lamento mucho, Kit Damons, esa plaga se extendió por todas partes ¿Sabes? Es muy difícil huir de ellos ¡están por todas partes! es realmente fastidioso.
Kit rió a la par del castaño. — Eres muy...
— ¿Gracioso, cautivador, friki?
— Iba a decir extrovertido, pero creo que eso encaja bien contigo — Le sonrió sintiéndose cómodo, el contrario le guiñó un ojo, lo que lo obligó a cambiar de tema—. Debes tener muchos amigos aquí.
Eddie echó la cabeza para atrás y lanzó grandes carcajadas que llamó la atención del resto de los estudiantes. — Tienes buen sentido del humor. Qué va, soy el friki de aquí, tengo dos amigos y soy niñera de otros que pertenecen a mi club, el resto... digamos que no nos llevamos bien.
A Kit le pareció curioso, y hasta admirable, que se mostrara bien con eso, incluso parecía que se lo tomaba con gracia. — Wow, eso... No lo entiendo, eres agradable.
Eddie paró frente a un casillero, puso la combinación del papel y luego se lo extendió con una sonrisa casi enternecida. — Bueno, es adorable que pienses eso de mí, peeero aún no me conoces bien. Aunque, sí, diablos, soy el mejor de aquí.
Se recargó con su hombro en el casillero continuo, mirando a Kit con unos ojos divertidos. Él intentó no ponerse nervioso y le sonrió de lado. — Yo no dije eso.
El de cabellos desordenados abrió la boca en una "o" y puso una mano en su pecho, queriendo lucir indignado. — ¿Quieres decir que soy el peor de todos?
— No — rió achicando los ojos, lo que causó una sonrisa en el contrario. —. Sólo dije que me pareces agradable, pero más bien eres egocéntrico.
— Auch. Como sea, vas a tener que acostumbrarte. ¿Qué horarios tienes?
Kit dio vuelta la hoja, en donde tenía sus horarios y se lo mostró. — Como sabrás, no tengo la más mínima idea de dónde carajo se encuentra eso.
— ¡Bien! Porque es a donde tengo que ir, te acompaño. Pero primero acomoda tu casillero, te espero.
Kit asintió y comenzó a sacar las cosas de su mochila. — ¿No te preocupa llegar tarde?
— ¿A mí? — le mostró una sonrisa, queriendo reírse — Nah, si fuera por mí me iría a la mierda de aquí, soy pésimo estudiando, pero mi tío me obliga como presupuesto por vivir bajo su techo, así que... Nah, no me preocupa, ni te molestes en preocuparte.
Kit alzó las cejas con sorpresa, pero le sonrió — Okay...
Eddie se contagió de su sonrisa. — ¿De dónde eres, niño bonito?
— Oh, soy de Seattle.
Él silbó. — Un poco lejos, creo — rió —. ¿Por qué vienes de tan lejos?
Antes de que siquiera pudiera evitarlo, el cuerpo de Kit se tensó. Eddie lo notó pero no dijo nada. — Problemas.
Tampoco quería decir eso, ¿se podía ser más idiota? A este paso sería el homo-asqueroso del pueblo. Aunque técnicamente lo era ¿no? No iba a poder deshacerse de su naturaleza.
Sorprendentemente Eddie sólo asintió. — Ya veo, espero que aquí todo sea mejor — comenzó a caminar luego de que Kit cerrara su casillero —. Hawkins no es la gran cosa, pero es tranquilo, aunque pasaron cosas raras.
— ¿De verdad? ¿Qué clase de cosas?
Eddie se acercó a su rostro para susurrar con diversión. — Se dice... que está maldito.
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i wanna be yours | eddie munson x male oc
FanficEn donde Kit Damons no sólo debe lidiar con la homofobia y los secretos revelados, sino que también con un muy revoltoso y energético metalero del cual comete la grave equivocación de enamorarse. [Se tocan temas sensibles, pongo advertencias cada ve...