𝟒𝟒. 𝐋𝐞𝐣𝐨𝐬

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Jacob, una vez más y para complacer a su hijo, hizo su comida favorita, Wayne se había ofrecido a ayudarlo y luego puso la mesa.

Miró las escaleras con exasperación. — ¿Qué tanto están haciendo allí arriba?

En la habitación del menor de los Damons, Kit ayudaba a Eddie a secar su cabello con cuidado de no dañarlo. Lo había ayudado a bañarse y luego tuvo que cambiar las vendas otra vez, el mayor había hecho un par de bromas al respecto que le sacaron pequeñas risas. Luego él se había bañado mientras discutía entre risas con Eddie por que se cambiara en su habitación o de otra forma se golpearía, pero él le había dado la espalda y se puso prenda por prenda con lentitud, oyendo la risa baja de su pequeño con el corazón acelerado. De una forma extraña, ese fue un momento especial para ambos.

Eddie estaba aliviado de que poco a poco todo volviera a la normalidad entre ellos, había temido que de verdad comenzara a odiarlo y quisiera alejarse de él, pero por lo que había visto Kit se sentía muy contrariado y confundido con lo que sentía. Aunque lo había negado, seguía un poco enfadado por haber roto su promesa, y él lo entendía, había hecho mal y lo había dañado, no se merecía los cuidados y la atención que su chico le estaba dando.

— ¿Qué pasa? — le preguntó Kit al notar un destello de pena en los ojos de su novio.

— Creo que... no merezco esto.

Kit ladeó la cabeza con el ceño fruncido, sin dejar de frotar la toalla contra su cabello. — Explícate.

Eddie suspiró y apoyó la cabeza en su estómago, sorprendiendo a Kit que, al notarlo decaido, dejó de lado su labor y comenzó a acariciar su cabeza. — Me hace mierda pensar que te hice daño, pero debía protegerte y se lo había prometido a Jacob... de verdad lo siento, perdón, lo que menos quería era hacerte daño.

Kit hizo una mueca. — Lo hiciste — el contrario sintió la afirmación como una patada en el pecho —... sólo no vuelvas a hacer algo así jamás, te traeré otra vez de los pelos si llegas a morirte.

Eddie dejó escapar una risa. — Me está empezando a dar miedo de que hables en serio.

Kit tocó su cabello y al notar que dejó de gotear, le sacó la toalla y lo tomó del mentón para que lo mirara a los ojos, aunque en realidad no necesitó hacerlo pues el mayor había observado todos sus movimientos. — Lo estoy haciendo.

Eddie lo miró desafiante y con una media sonrisa, sin querer admitir que en realidad ese gesto que Kit habia tenido, aún estando molesto, le había gustado más de lo que hubiera querido. — Okay... entonces — lo tomó del borde de su campera y comenzó a acercarlo más a él, causando que le sonriera con diversión —... no lo hago más...

Kit deslizó su mano y comenzó a repartirle caricias al cuello. — Bien...

Se paró quedando lentamente más alto que Kit y lo atrajo aún mas hacia sí sosteniéndolo de la campera, sus ojos se desviaron hacia sus labios carnosos y asintió completamente distraído. — Bien...

Se acercó con lentitud a Kit, mirando con atención cada una de sus facciones y sonriendo de lado al verlo sonrojarse con facilidad, pero aún sin quitar su mirada desafiante que había puesto en cuanto comenzó a pararse.

Kit respiró hondo comenzando a exasperarse con su jugueteo, lo tomó del cuello del buzo que le había prestado y tiró de él con fuerza logrando tenerlo a tan sólo unos centímetros, el más alto rió y plantó sus labios sobre los suyos, comenzando el beso con lentitud.

— Chicos, la cena está-

La sonrisa de Jacob cayó, Kit abrió los ojos como platos, un chasquido se oyó en toda la habitación y Eddie fue empujado con fuerza cayendo a la cama, él se apoyó en sus codos con los ojos abiertos de par en par en dirección al hombre.

i wanna be yours | eddie munson x male ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora