Que Jacob aceptara a Salem fue casi un completo suplicio. Cuando lo vio se quedó estático en la puerta de la habitación de Kit, mirando a la criatura que estaba en medio de ambos jugando con el cordón del buzo de su hijo.
— ¿Qué es eso y qué hace en mi casa? — preguntó tosco.
Eddie miró a Kit, quien sonreía pequeño. — Es un gatito, pá.
— Ajá, ¿y que hace aquí?
Jacob se cruzó de brazos mirando a ambos jóvenes discutir con la mirada, Kit sonreía de lado y acariciaba la cabeza del animal, que mordía el cordón como si su vida dependiera de ello, a su hijo parecía no importarle que se estuviera echando a perder y Salem estaba muy entretenido jugando con los hilos que salían del cordón.
— Eddie me lo regaló, ¿no es lindo? Se llama Salem. — lo tomó en manos y lo alzó bajo la mirada disgustada de su padre.
— No me gustan los gatos, niño. Lo sabes.
Eddie se rascó su nuca, quizás había sido mala idea adelantarse. — No puedo devolverlo, señor... y, siendo sincero, apenas me acuerdo de que tengo que comer, sería pésimo cuidándolo.
Kit rió. — Es cierto. Déjame tenerlo — dijo mirando con ojos de súplica a su padre, que suspiró y se rascó la barbilla con la vista clavada en el animal que, al ser tan pequeño, parecía más una rata que un gato —, prometo que limpiaré todo lo que haga y le enseñaremos que debe hacer sus necesidades afuera, si rompe algo lo pagamos, y la comida la compraremos entre ambos, tu no tendrás que aportar nada.
Kit le sonrió con tanta alegría que Jacob suspiró resignado y los señaló a ambos con mirada asesina. — Si la rata rompe algo lo pagan ¿de acuerdo? No quiero ver pelos en ningún lado, no quiero que se me acerque, ni que mee o cague dentro ¿entendido?
Eddie se mordió la lengua, evitando reír, y asintió con Kit. — Nos dieron un arenero y un cepillo raro para peinarlo, dicen que le saca los pelitos que se le caerán. No tendrá que preocuparse por nada, en serio.
Kit asintió, acariciando las orejitas del gatito, y le dirigió una sonrisa de esas que eran completamente inocentes y lograba convencer a las personas. — Es cierto. En serio, pá, no tendrás que preocuparte por nada.
Excepto que, en cuanto el animal comenzó a sentirse cómodo y seguro en su nuevo hogar, se había vuelto travieso y energético. Había arañado rollos de papel higiénicos enteros, tantos que Kit y Eddie tuvieron que comprar muchos packs nuevos hasta que entendieron que la solución además de un leve regaño era colgar el rollo en donde no pudiera agarrarlo. Había orinado alfombras que Kit y Eddie tuvieron que refregar muchas veces mientras el gatito dormía plácidamente en, literalmente, cualquier lado. Había defecado por todas partes y fue Kit quien tuvo que limpiarlo en lugar de Eddie, el olor era tan fuerte que el mayor casi había vomitado mientras su pequeño novio reía a carcajadas por sus arcadas. Lucharon mucho para que el gatito finalmente entendiera que las necesidades se hicieran en el patio, y ahora cada vez que tenía ganas de hacerlas perseguía a sus dueños a todas partes y, si era ignorado, se trepaba por sus piernas y los mordía hasta que le abrían la puerta trasera.
Criar un gatito pequeño era muy dificil, no creían que fuera tanto, pero evitar que trepara sitios peligrosos (a veces solía treparse a la cabeza de Eddie y este miraba resignado a Kit, quien tomaba fotos entre risas), que estuviera a punto de tirar al suelo algo frágil, que le pusiera los nervios de punta a Jacob, evitar que hiciera travesuras en general era muy difícil.
— Salem es un demonio, Kit — dijo Eddie con asombro, viendo al gatito treparse por las cortinas —. Creo que Lucifer o algo así le hubiera sentado mejor.
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i wanna be yours | eddie munson x male oc
FanficEn donde Kit Damons no sólo debe lidiar con la homofobia y los secretos revelados, sino que también con un muy revoltoso y energético metalero del cual comete la grave equivocación de enamorarse. [Se tocan temas sensibles, pongo advertencias cada ve...