Todos sus sentidos quedaron nublados en cuanto lo vio tocar.
Se transformaba por completo. Sus dedos se deslizaban casi con amor en las cuerdas de su guitarra, su voz rasposa era ideal para el tipo de música que estaba tocando, en sus solos su cuerpo se expresaba por completo causando escalofríos en Kit. Pero sobre todo, no le quitaba la mirada de encima. Como si lo que estuviera tocando fuera para él, y no era una mirada como la que generalmente le dedicaba, era muy distinta. Decía muchas cosas.
Lo miraba con tanta profundidad que su cuerpo comenzó a temblar, causando una sonrisa ladina en Eddie.
Estaba completamente perdido. Perdido en él y en sus manos. El Eddie sarcástico, inmaduro y gracioso fue reemplazado por uno mucho más... no sabía ni cómo describirlo. Su mirada, sus gestos y su voz habían cambiado por completo. Lo miraba con seriedad, expresando muchas cosas que le hubiera gustado oír con palabras claras y no metáforas, se movía con una sensualidad y agilidad que estaba matando a Kit.
Entonces entendió por qué a todo el mundo le encantaban los guitarristas.
Su atuendo, sus gestos, su voz, los movimientos de sus dedos anillados, sus miradas, los guiños de su ojo, Kit estaba sintiendo demasiadas cosas. Y Eddie parecía satisfecho por haberle causado todo eso, su seguridad le decía que él lo sabía.
Mierda, pensó. Me gusta, no, no me gusta, me encanta.
Y lo comparó con las anteriores personas que le gustaron y supo que no había punto de comparación, era único, realmente único. Incluso en la forma de tratarlo. Estaba cayendo muy duro por él, y a ese punto lo disfrutaba.
Eddie con la mirada y la instrumentalización de la guitarra intentaba decirle que dejara de preocuparse por los demás, que se atreviera a avanzar, que lo mire de esa forma sólo a él y que los demás se fueran al carajo, que fueran sólo ellos dos. El chico bonito que tenía sentado frente suyo lo miraba como si fuera realmente importante, como si de repente se hubiera dado cuenta de lo colado que estaba por él, y le encantaba. Le fascinaba ver sus ojos brillosos, sus mejillas sonrojadas y sus labios gruesos mojados. Por suerte, Eddie nunca fue de los que les importaban las etiquetas, si le gustaba alguien él avanzaba. Y avanzar ahora era realmente tentador.
Los compañeros de la banda miraban la escena con una media sonrisa, era obvio lo que estaba sucediendo ahí. Era obvio que lo había llevado al chico bonito para que lo viera tocar, y se estaba esforzando más de lo normal en hacerlo bien.
Cuando finalizaron, se acercó lentamente a él, Kit lo miraba hecho en revoltijo de emociones. Para secundarlo, uno de sus amigos puso música fuerte, para que nadie los escuchara hablar. Eddie luego se lo agradecería.
— ¿Qué te pareció, niño bonito?
Kit sintió una estampida de mariposas y hasta elefantes en su estómago, y sonrió de oreja a oreja. — Hermoso. Tocas... de una manera que... me dejaste sin palabras. Al segundo eras Eddie, mi Eddie, y al otro te transformaste en Slash.
Eddie agachó la cabeza y se rió, luego lo miró con una sonrisa y trató de esconderse en su mechón se cabello. — ¿Tu Eddie?
Kit quiso arrepentirse de sus palabras, pero la verdad es que no lo hacía. Era lo que sentía, se había escapado, no iba a retractarse. No cuando Eddie se había puesto tímido y lo miraba de esa forma. Asintió con una media sonrisa. — Sí, mi Eddie desapareció, y... dios... fue maravilloso. Esta vez sí lograste atraparme.
Eddie rió y miró a los costados, a ver si alguien los miraba, pero (salvo sus amigos) todos estaban ebrios.
— Esa era la intención. — Dijo, sacó su mano derecha de sus bolsillos y acarició la mejilla de Kit, quien suspiró y cerró los ojos, apoyándose en esta. Hace tanto que quería hacer eso, y también...
Pasó su dedo pulgar por sus labios con lentitud, era... suave. ¿Por qué todo en él era suave?
Kit abrió los ojos con lentitud y vio al más alto mordiendo su labio inferior, mientras analizaba todo su rostro con la mayor lentitud y cuidado del mundo. ¿Qué estaba sucediendo?
Con timidez, subió su mano izquierda hasta tocar la muñeca desnuda del contrario. Sentía que iba a estallar.
Eddie suspiró y retiró su mano con lentitud, para luego actuar como si nada. — ¿Quieres beber algo?
Kit, atónito, asintió. Parecía tan aturdido que Eddie soltó una risa por lo bajo. Él sabía lo que causaba en Kit, lo sabía demasiado bien y no parecía desagradarle. Quizás sí era como él, a fin de cuentas.
Eddie regresó con unos vasos llenos de alcohol, se sentó a su lado, rozando con su rodilla a propósito. Kit comenzó a beber en silencio, mientras Eddie lo miraba escondiendo su rostro en el vaso de plástico.
Luego de haber dado tantas vueltas sobre lo que estaba pasando, ese día Eddie lo había aclarado, y lo había invitado porque de verdad quería verlo. Quería cautivarlo, atraparlo, quería que el más bajo lo viera. Y lo había logrado, ahora lo tenía a su lado bebiendo de lo más tranquilo. Sus labios gruesos atrapaban el plástico, un hilo de vodka se escapaba de su boca y caía con lentitud por su cuello, lo estaba volviendo loco. ¿Cuánto más aguantarían estar así? Sin avanzar sólo por los demás. Dios, los odiaba a todos.
— ¿Puedo dormir en tu casa? — le preguntó.
Eddie sonrió. — Cuando quieras.
Kit rió. — No tengo tolerancia con el alcohol, no quiero llegar a casa ebrio, pero si te soy sincero, por hoy me gustaría embriagarme.
Eddie puso su mano en su regazo, y rozaba el contrario de vez en cuando, logrando distraerlo. — Me parece bien, yo te cuido, adelante. Todo es tuyo.
Y aunque los ojos de Kit brillaron más que las estrellas tras decir eso, Eddie no estaba seguro de si había entendido el verdadero significado de sus palabras.
La noche continuó entre risas, coqueteos bien disimulados y mucho alcohol.
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i wanna be yours | eddie munson x male oc
FanficEn donde Kit Damons no sólo debe lidiar con la homofobia y los secretos revelados, sino que también con un muy revoltoso y energético metalero del cual comete la grave equivocación de enamorarse. [Se tocan temas sensibles, pongo advertencias cada ve...