𝟕𝟔. 𝐄𝐬𝐞 𝐞𝐬 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥

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El viaje había sido increíblemente largo, las horas en la camioneta habían sido una tortura y cada vez que veían una estación de servicio se turnaban para bajar y casi corrían para comprar comida e ir a los baños, en más de una ocasión tuvieron que estacionar junto a la muy desolada ruta para poder estirar las piernas. De no ser porque se tenían el uno al otro, sería pesado.

En ese momento se encontraban comiendo lo que Eddie había comprado en una de las paradas, habían avanzado un poco más hasta que estuvieron a solas, y luego había estacionado junto al camino, pasaron a la parte trasera y abrieron las compuertas para que entrara aire. El mayor se había sentado apoyándose en la pared del vehículo y le había indicado a Kit que se recostara entre sus piernas, por lo que se encontraba abrazando el torso de su pequeño mientras comían en silencio, disfrutando de la calidez del momento.

Ambos actuaban con una familiaridad que cada vez que se daban cuenta sonreían como idiotas.

— Sólo unas horas más. — murmuró Eddie, dando otra mordida a su sándwitch y sobando el torso de Kit con su brazo, el menor sonrió y estiró su cuello para depositar un beso su mandíbula.

— Sólo unas horas más.

El mayor le sonrió y depositó un beso en su frente, siguieron comiendo en silencio, cómodos con su sola presencia, Kit apoyó su cabeza en su hombro y en cuanto terminó de comer cerró sus ojos satisfecho y puso sus manos sobre el brazo con el que Eddie lo abrazaba.

— No te duermas, pequeño — murmuró contra su oreja —, ya falta poco, estamos a mitad de camino.

Kit asintió pero aún así escondió su rostro en su cuello. — Sólo... cuando termines de comer me despiertas ¿bien?

Rió. — Está bien, ángel.

En realidad ya había terminado de comer, pero le iba conceder al menos media hora para descansar, faltaban horas para el concierto y no encontraba problema en que su chico descansara entre sus brazos un momento. Tomó los desechos y los puso en la bolsa, intentando limpiar la zona para que Kit pudiera dormir mejor, incluso lo había tapado con la frazada y lo abrazó por completo. Los siguientes minutos se la había pasado sonriendo como idiota mientras veía a su chico dormir con tranquilidad, y cuando se sentía demasiado acosador observaba el panorama fuera de su camioneta, entonces caía en cuenta que por fin estaban viajando para ver el concierto en vivo. Le parecía una locura.

Kit se removió en su lugar y lanzó un pequeño quejido al sentarse bien, estirando sus extremidades bajo la mirada de su pareja. — Te dije que me despertaras, Eddie.

Oh, él adoraba con su vida la voz de Kit en cuanto se despertaba.

Puso sus manos sobre los hombros de Kit y comenzó a masajearlo con cuidado, sacándole suspiros de alivio y uno que otro quejido. — Estabas cansado, vamos bien, te lo prometo.

— Aún así...

Besó el cuello de su pequeño y sonrió al escuchar un pequeño gemido de sorpresa. — Tranquilo, bebé, ven, vamos, ya falta poco.

Kit asintió con una sonrisa y se estiró para cerrar las compuertas, Eddie bajó la vista con una sonrisa y tuvo que volver al asiento del piloto para poner sus manos sobre el volante y no sobre la parte trasera de su pequeño. Kit se sentó a su lado y arrancó el vehículo, rogando por que las horas pasaran rápido.

Al llegar a Indianápolis, no sabían por dónde empezar, o qué hacer.

— Yo digo que nos cambiemos y hagamos fila ahora. — dijo Eddie, mirando su reloj. Kit dudó.

— No lo sé, faltan unas tres horas ¿no?

Eddie lo miró y asintió. — Sí... ¿con cuánto tiempo debemos ir?

i wanna be yours | eddie munson x male ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora