i wanna be yours | eddie munson x male oc

𝟏𝟏. 𝐊𝐢𝐭𝐤𝐚𝐭

La razón por la que Eddie no le dijo sobre todo lo que Kit le había dicho es porque quería esperar un poco más, estaba dispuesto a avanzar, pero le quería dar tiempo al chico de asumirlo.

Suponía que fue maltratado múltiples veces, por lo que debía darle tiempo y, si pregunta algo, resolver dudas... en lo posible. Sin embargo, no le daría espacio, eso sólo lo empeoraría y, mierda, él de verdad era un koala con Kit. No podía despegarse del muchacho. Si se alejaban, Kit sólo pensaría que era su culpa cuando claramente no era así.

— ¿Tu padre te regañó? — le preguntó cuando se encontraron de camino a sus clases.

Kit asintió con una sonrisa pequeña. Últimamente sólo le sacaba sonrisas pequeñas. — Sí... debí haberle avisado, pero todo esta bien, no está enojado contigo ni nada.

Eddie sonrió. — Genial.

Cada vez que Kit lo miraba a los ojos significaba mucho para Eddie, porque se decían las cosas que no podían decirse en voz alta, y esta vez no fue una excepción. El de rulos se mordió los labios, últimamente lo hacía mucho cuando estaba con Kit, y este cuando lo notaba se ponía rojo como un tomate.

Las cosas habían cambiado con Eddie, pero le gustaba ese cambio. Todo estaba en paz, aún seguía sin recordar todas las palabras que había dicho esa noche y no entendía el cambio drástico de Eddie con él. Ahora era más atento, cada mirada que le dedicaba era con cariño, incluso le había puesto un apodo.

— ¡KitKat! — Eddie lo alcanzó a la salida y pasó su brazo derecho por encima de sus hombros, uniéndolo a un medio abrazo.

¿Por qué lo apodaba como su golosina favorita? No lo sabía, pero se le hacía lindo.

— ¿Qué pasa, bobo?

— ¿Me acompañas a hacer una entrega? Y de ahí podemos ir a donde quieras.

Esa era otra de las cosas que había acostumbrado a hacer. Le dejaba elegir las salidas.

Kit sonrió. — De acuerdo, Edds.

Y aunque él mismo se notaba más apagado, intentaba estar bien por Eddie, se preocupaba demasiado por él. En más de una ocasión lo retó por no comer bien. "Quiero que comas eso, Damons" le había dicho con una mirada de advertencia al ver que no tocaba su sándwich ni con un palo. "Sólo quiero que estés bien" le dijo estando a solas, dejando su esfuerzo por parecer duro, "Si te cuesta comer aunque sea un poco, yo comeré la misma cantidad que tú, y haremos esto juntos, no me importa si no te gusta" luego terminaba acariciando su mejilla o abrazándolo. Lo mimaba. Eddie munson lo mimaba, ¡a él! Estaba todo muy extraño.

Había tenido sueños extraños, en los que le decía a Eddie que le gustaba mucho, pero se lo decía como si no fuera Eddie, aunque lo tuviera a él mismo delante suyo mirándolo como si fuera la criatura más tierna que había visto. Supo por eso último que no eran más que delirios, y era mejor así. Si Eddie se enteraba de lo que sentía, sería de otra manera. 

— ¿Al arcade de juegos otra vez? — dijo con una risa — Está bien, si eso es lo que quieres.

Kit lo miró de reojo, caminando con cuidado de no chocarse un árbol. — ¿Eddie?

— ¿Qué pasa, bonito?

El más bajo sonrió ante el apodo, sacándole una sonrisa de victoria a Eddie. — ¿Por qué te comportas así?

Eddie inclinó la cabeza a un lado, entrecerrando los ojos. — No entiendo.

— Últimamente, y no es a modo de queja porque adoro que lo hagas, me permites hacer lo que quiera, me dices que elija todos los lugares a los que iremos juntos, me... abrazas más seguido, eso es... muy... se siente muy bien, pero no entiendo por qué de la nada me tratas distinto a las demás personas.

Eddie lo miró de reojo y se encogió de hombros. — ¿Te molesta que sólo contigo sea así? Bien, entonces... supongo que soy libre de tratar igual a todas las personas que me parezcan lindas. ¿Te parece?

Kit frunció el ceño. — ¿Qué? ¿No me oíste, idiota? Dije que adoro que lo hagas, porque adoro que lo hagas. Y no quiero que seas así con- — se interrumpió a sí mismo, incapaz de seguir, Eddie lo miró con una sonrisa — Es sólo que... espera, ¿me tratas así porque... te parezco lindo? Y ¿por qué no serías libre de hacer eso?

Estaba perdido, no entendía nada, y Eddie parecía divertirse con ello.

Se detuvo frente suyo, mirándolo con una sonrisa que juraría que era coqueta, y desviaba sus ojos desde su boca hasta sus ojos y así sucesivamente. — ¿Qué más tengo que hacer para que te des cuenta, eh?

A Kit se le aceleró la respiración, sin saber cómo interpretar eso. Tenerlo tan cerca desconectaba su cerebro con la realidad. — ¿De qué hablas, Eddie?

El contrario se acercó tanto a su rostro que creía que iba a besarlo. Parecía querer hacerlo. Pero negó con la cabeza y comenzó a avanzar. Kit no tocó más el tema desde entonces.

Ninguno sabía que a lo lejos un grupo de personas los miraba con repugnancia, pero Kit estaba demasiado ocupado viendo la espalda de Eddie preguntándose a qué rayos se refería ahora, y Eddie estaba demasiado ocupado reprochándose por estar a punto de besarlo.