𝟒𝟑. 𝐅𝐢𝐞𝐥 𝐚 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐞𝐬𝐚

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El camino a casa había sido un poco incómodo. Ambos se sentaron en la parte de atrás, Kit miraba a través de la ventana y Eddie lo miraba a él, Jacob los analizaba por el espejo retrovisor. Algo había sucedido entre ellos.

— Tengo buenas noticias. — dijo con una sonrisa, captando la atención de ambos.

— ¿Cuáles?

— Hablé con unos agentes del gobierno, tu tío también, Eddie — dijo, haciendo que sonriera automáticamente —, ellos nos escucharon y nos hicieron propuestas.

El de rulos comenzó a sonreír con emoción. — ¿Qué clase de propuestas?

Kit escuchaba con atención, moviendo la pierna con ansiedad.

— Limpiaron sus nombres.

Ambos saltaron en sus asientos y se miraron con sonrisas de oreja a oreja, exclamando a la misma vez. — ¡¿Qué?!

Jacob rió. — Sí. La policía ya no los busca, no prometo que la gente no lo haga, pero ya no son fugitivos. Pero no es todo. Me hicieron prometer que los llamaría en cuanto los contactara, quieren hacerles unas preguntas y eso, así que mañana deberán contarles todo lo que vivieron. Es... extraño, no lo voy a negar, pero lo importante ahora es que no serán arrestados injustamente.

Kit rió y se apoyó en el asiento, con una mirada sorprendida. A su lado, Eddie quiso saltar sobre él y abrazarlo, pero sólo rió y golpeó el asiento con felicidad.

Pero la mirada de Jacob cambió a una de reproche. — Y aquí va la mala.

Ambos fruncieron el ceño. — Hubieras empezado por ahí, pá.

— Es que va a extenderse.

Eddie y Kit se miraron con preocupación, el menor asintió. — Adelante...

— Bien. Cuando logré ubicar a Wayne fue en el lago que está por aquí cerca — dijo mirando con el ceño fruncido a Eddie, quien comenzaba a sentirse intimidado —, él estaba tirando algo al agua, no le presté atención hasta que acordamos limpiar sus nombres juntos, pero cuando me acerqué vi que lo que estaba tirando era droga.

Kit abrió los ojos de par en par, su novio a su lado agachó la cabeza con culpa. Jacob siguió.

— He oído cosas antes, no las creía porque, vamos, llevabas a mi hijo todos los días a salvo, y Kit me hablaba maravillas de ti — suspiró con decepción, lo que fue como un puñal más para el de rulos, que escuchaba con atención —. Pero resultó ser verdad. Así que... el negocio de las drogas ¿eh?

Kit tragó saliva, poniéndose más nervioso. A su lado, Eddie alzó la mirada con culpa. — Señor, yo...

Jacob negó con la cabeza, mirándolo con enfado. — Realmente no me interesa qué hagas de tu vida, pero lo que me molesta es que Kit andaba alrededor de lo que tanto peleé por alejarlo de él. Dime una cosa, ¿consumes esa porquería estando con mi hijo? ¿Alguna vez le has ofrecido? Y, Kit, ¿te has drogado en algún momento?

Ambos negaron efusivamente, Eddie tragó saliva antes de hablar. — Yo nunca le ofrecería eso a Kit, señor. Jamás le haría algo así.

Kit asintió como apoyo, Jacob suspiró. — No respondiste la primera pregunta.

Esta vez tenía la mirada de ambos sobre él, se talló los ojos con frustración. — Pocas veces lo he hecho, sí. Pero nunca lo haría estando Kit a mi lado, mucho menos le incitaría a que siquiera fume un cigarrillo.

Kit miró sus manos mordiendo su labio con más manía que antes, Jacob los analizó y asintió. — De acuerdo, de acuerdo... les creo.

Ambos soltaron un suspiro de alivio, pero Eddie aún lo miraba preocupado. — ¿Debo alejarme de Kit, señor?

i wanna be yours | eddie munson x male ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora