Capitulo 6.

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Turquía.(Estambul)

Alexander:

Me muevo por el perímetro despacio mientras escucho un ruido a lo lejos.

No sabía si lo íbamos a encontrar aquí, y más con la desafortunada noticia de que tuvimos que hablar con el gobierno turco para hacer esta redada; Y yo la verdad no confiaba en ellos.

Sabía que eran unos corruptos y posiblemente le habían avisado a Kaan pero aún así no jugué todas mis fichas; Mientras yo estaba aquí con el grupo turco, Bela estaba con mis hombres en otro punto.

–Yavaşla, kendine zarar verme–comenzaron hablarme.

(Despacio no se vaya a lastimar).

–Estoy bien–les respondí de vuelta.

Comenzaron hablar un idioma bastante extraño, pero que yo sabía muy bien.

Era de una tribu que había en el continente asiático, así que si ellos creían que me tenían estaban muy equivocados.

Escuche que hablaban sobre que era un americano estupido y que tuvieran cuidado conmigo.

Americano no cabrones, yo era ruso.

Sabía muy bien lo que debía de hacer.

Entré a la que era la casa de Kaan y mientras todos revisaban arriba me moví rápido hasta llegar al ascensor, una vez ahí le di al último botón que marcaba -2.

Al bajar no quede impresionado para nada, la tecnología que el tenía era avanzada no lo podía negar, pero las mías eran mejores.

Avance por el laboratorio y vi todo apagado.

Busque algún clip que pudiera encender los monitores pero no lo encontré.

Debía darme rápido antes de que los de arriba encontraran una forma de abrir el ascensor y bajar. Yo lo había bloqueado pero eso no me daría mucho tiempo.

Maldije por lo bajo y fui hasta el monitor que estaba en el centro.

Estaba apagado por igual.

Me agache y vi algunos cables rotos. El muy maldito tenía todo planeado.

Vi el cableado e imágenes comenzaron a pasar por mi cabeza. Con una navaja comencé a cortar algunas cosas mientras que con los dedos unía otras.

Verde con azul, rojo con blanco y bingo.

Sabía que era un loco, sabía que no era normal ver imágenes en tu cabeza sobre cómo resolver las cosas, pero lo podía ver; Si leía algo la información no se iba jamás.

Aveces me sentía como una rata de laboratorio.

Moví la cabeza espantando los pensamientos cuando vi el monitor encender.

Bien.

Cuando terminó de subir conecte mi celular con el cable USB. No sabía si encontraría algo, pero valdría la pena.

Entre el amor y el deber #3. [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora