Entre el amor y el deber #3. [+21]

Capitulo 22

Alexander:

–¿Entonces tu trabajo es atrapar a los malos?–me pregunta el hijo de Bela.

Estaba con Lukas a un lado de la sala mientras los demás estaban sentado en el gran salón tratando de reposar la comida.

–Mi trabajo es meterme en la mente de los malos y también descubrir las informaciones más secretas que tienen.

–Umm–se puso la mano en la barbilla–me gusta eso ¿crees que algún día podría acabar con los malos también?.

–Si eso es lo que quieres pues si; Aunque tu mamá me contó que te encanta dibujar.

–Me gusta mucho, pero mamá también dice que en la vida se puede hacer todo cuando uno quiera; quiere decir que no me tengo que conformar con solo una cosa.

—Creo que tu mamá es muy sabia.

–Si que lo es–asintió mirando a Bela que tenía el hijo de Ronan en brazos.

Resulta que el niño no dejó de llorar ni con Elena y por alguna extraña razón se calmó con  Bela.

Era hasta gracioso ver a Bela hacer caras raras mientras el Bebé mostraba toda las encías.

–¡Lukas!–gritó Amelia–vamos afuera a jugar.

–Aún estoy reposando la comida, tal vez al rato–Amelia me miro a mi en busca de ayuda y negué.

–No puedes obligar a nadie hacer lo que no quiere, espera que Lukas repose Amelia.

–Bien–suspiró mirando–pero Arlen y yo estaremos esperándote; Quiero enseñarte el nuevo cohete que hice, quizás quieras dibujarlo.

–Me gustaría–Lukas apenas la miraba y sabía que Amelia odiaba que no le sostuvieran la mirada mientras hablaba.

–Bien–salió del lugar refunfuñando dejándome a solas con el.

–¿Estás bien?–le pregunte.

–Ella me intimida.

–Tiene una liga de sangre muy fuerte, pero cuando la conoces bien te das cuenta que es más sensible de lo que demuestra.

–Entiendo–su mirada aún seguía en su mamá y no me sorprendió ver el brillo que desprendía de su mirada. Bela era la cosa más llamativa del lugar por alguna extraña razón–le gustas a mi mamá–soltó de pronto.

–Bueno yo...

–Ella sonríe y eso es bueno–me interrumpió girando esta vez hacia mi–sólo no la cagues–se levantó del lugar yendo tras Amelia y Arlen.

<No podía negar que era hijo de Bela>pensé.

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–No me gusta, lo siento pero me sigue sin gustar; Te estás equivocando y como tú mejor amigo te lo digo claro–hablo Carlos.

Estamos todos los hombres en la oficina de Ronan charlando un poco y me jodia ser el centro de la conversación cuando el día iba bastante bien hoy.

–Ya basta por favor, no quiero hablar de eso.

–La averigüe–confesó–¿y sabes lo que encontré?....Nada, no había ni siquiera una sola información del hijo de Bela o su trayectoria sobre su juventud o su adultez. Apenas y decía en los papeles que era psicóloga y había vivido en New York toda su vida.

–Te estás pasando–hablo Jared por mi–Bela me parece una buena mujer, Y si tiene secretos ¿cuál es tu problema?. Todos hemos tenido secretos alguna vez.