Capitulo 32

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7 meses después.

Alexander:

–Vámonos ya tengo hambre–se queja Vanesa por tercera vez.

–Envío estos documentos por PDF a la central y salimos.

–Por que mejor no metemos a Vega a la cárcel o seguimos buscando al verdugo.

–Lo de Vega y lo del ministro se hará cuando haya más de tres pruebas, y lo del verdugo... pues aún sigo investigando.

–Se donde está Xavier en estos momentos, si quieres intercepto sus llamadas.

–Si eso te hace sentir bien pues te doy la autorización–suspiro. Tecleo los últimos dígitos y mando la información sobre la mafia negra a Zoe Sherman.

No quería hacerlo pero se vería sospechoso si me negaba.

Dixon se sabía cuidar muy bien y sabía que sería difícil dar con  No el. Lo que me sorprendió es ver lo valiente que es esta mujer para meterse en la boca del lobo. Sin duda toda una joyita.

Termino de mandar los documentos y me levanto.

–Nos vamos–Vanesa me sigue y bajamos a la primera planta. Hoy era domingo y como
Siempre estaba trabajando, eso era lo único que hacía desde que ella había desaparecido, desde que ella me había fallado.

Me costo entenderlo pero me mintió....me enamoro y me soltó. Yo hubiese dado lo que fuera por ella, me hubiese enfrenta a todos por ella, pero ella se alejó y no la encontramos por cielo y tierra.

O al menos eso Ronan cree. Suspiré y le abrí la puerta a Vanesa para que subiera al auto y luego lo rodee para comenzar a manejar.

Encontré a Bela hace 2 meses, estaba tan hermosa con un vestido azul claro y sus labios pintados de rojos, tuve el impulso de acercarme pero fui cortado cuando la vi besarse con Dante Petrova. Un delincuente buscado en más de 10 países.

Me pregunte muchas cosas en ese momento, quise acercarme y molerlo a golpes por besar a mi mujer, por tan siguiera ponerle las manos en el culo..... pero no valía la pena, ella ya no valía la pena para mi.

Yo pensé que era diferente, pero me equivoqué demasiado y aunque me duela admitirlo la sigo queriendo como el primer día. Por eso no había hablado con Ronan; Si el se enteraba la mataría y joder no la quiero muerta, aunque en este momento la esté odiando.

Doblo la esquina y al fin puedo deslumbrar el lugar de comida. Era un restaurante nuevo que habían abierto en Washington y Vanesa me tenía vuelto loco diciendo que quería ir allí.

Bajo del carro y le pase la llave al valet. Vanesa me toma del brazo y ambos caminamos hasta la recepción donde un joven con una mata de cabello rojo nos atiende.

Una vez que le dimos nuestros nombres nos pidió seguirlo y no quede más que sorprendido al ver la bella vista que tenía al frente.

–¿Te gusta?–me pregunta mientras nos acomodábamos.

–Está hermoso, y el local está limpio así que.

–Espera...¿investigaste al dueño?.

–Es mi trabajo.

–Exagerado–se burló–No se que vas a querer para beber, pero hoy es fin de semana y me apetece beber algo fuerte.

–Quiero agua.

–Nada de agua–llamó al mesero y pidió dos Bloody Mary.

–Es una bebida de mujer–la mire raro–sin ofender claro esta.

Entre el amor y el deber #3. [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora