Entre el amor y el deber #3. [+21]

Capitulo 7

Primer beso.

Bela:

Salí con Alexander del lugar rumbo a cenar alguna comida tradicional.

Estaba muriéndome de hambre y me sentía como una mierda. Tenía el cuerpo lleno de moretones, pero lo que más me jodia era que ese desgraciado se me había escapado.

Quería atraparlo, quería entregárselo a Alexander, aunque al final tuviera que pagar  para que lo mataran en la cárcel.

Si tan solo hubiese ido con mi gente y no con estos policías, estoy segura que el estaría muerto. Por que yo no perdonaba, no me interesaba que un duro estuviera en la cárcel gozando de privilegios incluso ahí.

Lo quería destruir desde adentro. Quería degollarlo y abrirlo yo misma; Y disfrutar de sentir su corazón latiendo en mis manos.

Suspiré varias veces cuando me sentí el pulso acelerado.

Calma, Alexander no puedo conocer esta parte de ti.

Cuando al fin llegamos al lugar no pude quedar más complacida al ver el yate frente a mi.

Estábamos en un lugar llamado Bósforo, creo que todos los que saben de historia pueden deducir que por este lugar tan magnifico, Turquía ha tenido mucha disputas con Rusia, los griegos y otomanos. Ya que ellos desean cerrar el estrecho que hay y utilizarlo solo para sus barcos.

Avance con Alexander de las manos y me ayudó a subir despacio. Tenía unas plataformas enorme esta noche, con un vestido azul claro. Me lo había comprado antes de venir aquí y aunque suene loco ya saben por quien lo hice.

Cuando entramos dos hombres y una mujer nos esperaban con una sonrisa.

–Buenas noches, mi nombre es Asli y estos son Kiral y Serife.

–Mucho gusto–hablo Alexander–Está es mi gran amiga Bela y mi nombre es Alexander, aunque supongo que ya lo sabían–sonrió.

–Así es, la cena está lista.

Seguimos a la mujer y me quede aún más sorprendida al ver la cantidad de comida que había.

Alexander se quitó la chaqueta para después ayudarme con la mía.

Una vez solos no pude evitar sonreír abiertamente.

–¿Te gusta?.

–¿Si me gusta?–lo tome de las manos por el lado de la mesa ya que todo estaba lleno de comida–me encanta.¿como hiciste todo esto en tan poco tiempo?.

–Nada que el dinero y la motivación de verte el rostro así de sonrojado no pueda hacer.

–Me encanta.

–Se que te encanta comer mucho así que...

–Gracias, se verdad que gracias.

–Bueno vamos a comer.

Comenzamos a degustar de un poquito todo y casi arrase hasta con el agua del florero. No se por que siempre tengo hambre y lo peor era que no engordaba ni una sola libra.

Amaba comer, creo que es uno de los placeres más grande de la vida.

–Veo que te gusto todo.

–En efecto señor Volkov. Quiero hacerte una pregunta.

–Lo que quieras.

–¿Como es que te apellidas Volkov si se supone que bueno ya sabes.

–Mis padres eran muy discretos, nunca se descubrió sus andanzas.