Epilogo

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Meses después .

Alexander:

Lagrimas brotan de mis ojos y no puedo detener el vértigo que tengo de saber que una de las mujeres más importantes de mi vida ya no está, a pesar que debería de estar acostumbrado siento mi pecho arder. Aunque al menos me quedo con que fue valiente y siguió su corazón en todo momento.

–Estoy aquí ante ti para presentarte a mis hijos, se que lo amarías y mimarías hasta el cansancio–hago una pausa cuando mi lengua se traba y miro a los gemelos que duermen plácidamente–se que este debería ser el día más feliz de mi vida pero no paro de pensar en ti últimamente.

Escucho pisadas y se muy bien de quien se trata.

–Alexander–Ronan apoya su brazo en mi hombro y lo aprieta–todos nos están esperando–me pongo de Rodillas ante la tumba y Ronan también lo hace–se que ella estaría orgullosa de eso no cabe la menor duda–sus palabras son importante para mi, pero se cuan dolido el también está. –Está helado y los niños necesitan caliente.

–Solo necesitaba que ella me diera su aprobación, ambos de hecho.

–Ellos están felices por ti, principalmente ella y lo sabes.

–Bien–seco mis lagrimas con el dorso de la mano–necesito irme a cambiar.

–Te jodes, tendrás que hacerlo así–Ronan toma el chocesito de los niños y comienza a contar historias mientras salimos .

Puedo ver algunas caras conocidas a mi paso y me alegro de ser así.

–Aquí estás–es Vanesa quien viene con una cerveza en la mano–no debiste invitarme si me querías cuerda–da un trago a la bebida antes de continuar–hay un desmadre ahí adentro y Lana que es a la única que conozco esta casi borracha.

–¿Está gente cree que esto es escocia?–me quejo con Ronan –lo siento mucho Vanesa, pero así somos aquí.

–Lo superaré, si quieres puedo llevar a los gemelos adentro mientras te terminas de arreglar.

–Alaska debe de estar por aquí, no quiero que te sientas responsables con los bebés.

–Hey tonto–me toma del rostro–Cuidare a los bebés bastante bien, pero para que estés seguro me sentaré al lado de Alaska.

–Bien–asiento–¿Ella llego?

–No–frunzo el ceño–pero seguro es cuestión de tiempo–trata de calmarme–todo estará bien ya verás.

–¿Tu estás bien con todo esto?

–Te amo si eso es lo que quieres saber–Ronan se aclara la garganta y dice que me dará unos segundos mientras toma el coche de los niños. –Lo siento no quería incomodarte.

–No lo haz hecho.

–Se que es así, pero se que con el tiempo lo superaré. Solo dame unos cinco años en poder superarlo señor Volkov. –no puedo evitar carcajearme y ella me sigue–Nah, ya enserio; Te amo muchísimo pero se que tú a mi no y siempre será de esa forma. –toca mi pecho–tu corazón está ocupado y esos bebés son la prueba más grande.

–Gracias–me acerco para abrazarla y se hecha para atrás.

–Quisiera cerrar este momento bonito pero abrazarte mientras esas me miran–señala sin ningún disimulo hasta Alaska, Elena y Lana–sería un suicidio.

Veo cómo camina hasta dentro de la parroquia con su vestido amarillo y no puedo evitar mirarla con pena. Me dio mucha fatiga tener que decirle que su agresor había muerto y ella no había podido hacerlo con sus propias manos.

Entre el amor y el deber #3. [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora