Capitulo 18

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Primera vez.

Bela:

–Me iré mañana a New York–le digo a Alexander mientras paso mi mano por su pecho.

Estamos en su habitación "descansando" después de la loca semana que tuvimos con José Rodríguez.

–No quiero que te vayas.

–Tengo mucho que no veo a mi hijo y lo extraño bastante.

–Vale–suspira–entonces me tocará disfrutarte bastante esta noche.

–Ojalá yo saber que es en doble sentido–suspiro

–Mírame–me dice–fierecilla tú mereces más que sexo ocasional, yo quiero darte más.

–Es que tú me das más cada día–le digo con cansancio–quiero estar contigo–me sincero–quiero todo contigo señor Volkov.

–¿Sabes que no podrás librarte de mi nunca verdad?–me toma del rostro y me acerco más a él.

–No quiero hacerlo, y si escapo por favor búscame; Siempre habrá de alguna forma algo que me regrese a ti.

Pego nuestro labios y me subo encima de él con desesperación, quiero sentirlo, quiero enfundarme en su piel y no dejarlo escapar jamás.

Tengo este presentimiento de que todo se va a ir a la mierda y quiero disfrutar mis pocos minutos en el cielo con el único hombre que me ha hecho sentir viva, el único que he deseado con mi cuerpo y mi alma y sobre todo, el único que me entiende.

Por que en el momento que descubra que soy una Romano y su enemiga, me odiará a muerte.

Comienzo a besarlo más salvajemente mientras me muevo encima de él como una leona hambrienta. Deseaba este momento, anhelaba esto más que nada en este mundo. Quiero comermelo entero así que trato de desabotonar mi camisa con ansias casi arrancándome los botones, pero todo se fue al caño cuando Alex me aparta un poco de el gentilmente.

Me asusto pensando que nuevamente quiere dejarlo hasta ahí; No resistiría otro rechazo.

–Nena despacio, se que ambos nos deseamos pero quiero amarte esta noche.–me detengo a mirarlo sin comprender–¿nunca haz tenido sexo sin aruñasos ni desesperación?–niego con la cabeza haciéndolo suspirar–quiero sentir cada tramo de tu piel, quiero saborearte sin desesperación. Te deseo demasiado y deseo llegar cuando haya acariciado y entregado cada trozo de mi a ti.

Me voltea y quedo debajo de su enorme cuerpo, no me muevo, no pestañeo y apenas respiro.

Su nariz recorre mi cuello y deposita un beso ahí para luego ir bajando hasta su camisa azul que tengo puesta.

Me saca los botones el mismo uno a uno con demasiada paciencia.

Quiero gritarle que se apresure antes de que algo nos interrumpa, pero no lo hago. No quiero parecer una loca desquiciada.

Me termina de abrir la camisa y mis tetas salen a la vista. Lo veo lamerse los labios para luego mirarme a los ojos.

Todo lo que veo en su mirada es lujuria, deseo y ganas de no  dejarme escapar por una semana de aquí.

Me toma un pecho en su mano y lo estruja para luego entrarlo a su boca; Ese simple contacto del que estoy acostumbrada desde que tengo memoria nunca se había significado nada hasta ahora.

Su boca caliente toma todo el pezon y lo succiona un poco provocándome abrir la boca para tomar bocado; acaricia el pezon con su lengua tan sensualmente que siento mis bragas mojadas hasta el tope.

Entre el amor y el deber #3. [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora