Entre el amor y el deber #3. [+21]

Capitulo 66. Ya no queda casi nadie aqui.

Ok, por alguna extraña razón lloré con la parte de Alaska por que es como aveces me siento.Duele ser fuerte, duele seguir aveces y aprendí que está bien estar mal muchas veces.  (En esa parte pueden poner la canción y entenderán)

Cassian:

–No creo conveniente que vayas–Sebastián me mira preocupado y me da ganas de estrellarle el arma en la cara.

–Yo hago lo que quiero cuando quiera, aquí el único que está para dar órdenes soy yo. Quiero a todos listo para salir mañana a primera hora.

–Cassian te estás equivocando, déjame a mi y a los demás pelear esta guerra, si yo muero no pasará nada pero si tú lo haces será el fin.

–Antón tomará el poder.

–Antón no le interesa el reino, el ama vivir en New York. ¿Dejarías que viva como tu amargado y atado a un puesto que no pidió?

–No me trates de ablandar por esa parte Sebastián. Aquí cada quien tiene que acatarse a lo que debe y eso incluye a Antón.

–Bien–levanta las las manos–no discutiré más, se hará lo que dices y ya está.

–Bien, entonces quiero al escuadrón negro.

–Son buenos pero no los mejores Cassian y lo sabes. El mejor es es dorado, ese fue en el que entrenaste por años al igual que padre y nuestros ancestro.

–El escuadrón dorado son sádicos y una vez que estén en pelea solo obedecerán a la sangre y a la muerte y yo necesito a alguien que me escuche.

–El escuadrón dorado te escuchará Cassian, nadie se atreve a retarte. ¿Que está pasando?–pregunta confundido–nunca te había visto fallar tantas veces, eres por mucho el mejor rey que ha tenido icenberd.

–Sebastián....

–Ni siguiera nuestro padre era tan bueno como tú. Cassian eres un gladiador, estratega y eres un hombre con una inteligencia sobresaliente. Todos saben que el reino comenzó a prosperar después de ti. Padre casi nos lleva a la ruina hasta que llegaste tú con tus ideas innovadoras, cambiaste al pueblo y ellos te siguen por amor a su rey, así que no entiendo qué pasa ahora; Sabes mejor que nadie que el escuadrón dorado saltarían si le dices que salten.

–Es complicado.

–Soy tu hermano y estoy para escucharte.

–No lo entenderías.

–Si me lo explicas lo haré.

–No quiero hacerlo por que como dije es complicado, así que no me presiones.

–Bien, no te seguiré presionando, solo espero que no te equivoques.

–Se lo que hago.

–No quiero que vayas a Estados Unidos, creo que el pueblo te necesita aquí.

–Soy un rey que pelea no que se queda a la espera de una Victorina que no participó.

–Aveces el rey debe quedarse en el punto de partida y solo mover las piezas sin salir al recorrido. –me dice tratando de convencerme con su frase barata–por favor déjame ir y quédate aquí y te juro que al regresar te tendré noticias sobre la muerte definitiva de los Volkov y la última generación de los Romano.

–Sebastián....

–Confía en mi por favor, déjame terminar con la vida de todos ellos.

–Los quiero matar yo mismo ese es mi deber.