Capitulo 51

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(Si, Alaska es la de la foto) Es un capitulo largo, pero muy bien merecido sin lugar a dudas.

El principio de todo.

Alaska:

Muevo mi cuerpo sensualmente esperando el momento indicado para subir hasta la zona VIP.

Trato de llamar la atención aunque no creo que sea difícil cuando tengo un ridiculo vestido negro y todo por petición de Alex que piensa que es buena idea.

El día de hoy estamos en un bar a las afuera de Alemania por que al fin habíamos descubierto el paradero de uno de los Dietrich. Ambos sabíamos que no sería fácil, pero lo intentaríamos.

Bela no sabe nada sobre esto y era lo mejor ya que no quería que me echara la bronca por hacer esta estupidez. Quiero demostrarle que puedo hacer las cosas bien sin ser tan impulsiva. Quiero en verdad que esta vez nadie resultara herido, por que ese sería el fin para mi cordura.

–Ve a la barra, trata de identificarlo–Alex me habla a través del pequeño comunicador que tengo en los odios y le obedezco cosa que ya me esta hartando.

Voy hasta la barra y pido un mojito para entrar en ambiente. Volteo y veo uno que otro hombre mirarme embobados pero de lejos.

Idiotas.

–¿Que haces aquí pequeña?–una anciana con un porte bastante raro se acerca hasta mi detrás de la barra hablándome en inglés.

–¿Tanto se me nota que soy extranjera?–no dudo en sonreír.

–Un poquitito–su acento marcado era evidente, pero al menos la pude entender.

–Soy nueva, sólo pasaba para ver el ambiente–le contesto la pregunta.

–Ya veo–sonríe–No creo que este pueblo sea para una muchacha así como tú.

–¿Como yo?–la miro extraña.

–Si como tú–vuelve a comentar–te ves joven y llena de vida.

–Lo soy, pero aveces es necesario algunos cambios.

–Ya veo–la veo servir una margarita a una pareja que está a mi lado y regresa su atención a mi.

El lugar hoy esta abarrotado de gente, por lo tanto la música esta subida a una altura inmensurable.

–Además escuche una historia que me llamo mucho la atención–bajo un poco más la voz y eso le llama la atención.

–¿Que?.

–¿Ha escuchado sobre el diablo?–aparta su cuerpo de la barra tan rápido que tropieza con uno de los bartender que esta detrás.

–¿De que estás hablando niña?.

–Escuche a un amigo de Estados Unidos hablarme sobre esa persona y tuve curiosidad.

–No existe nadie con ese seudónimo aquí.

–¿Esta segura?–sabía que me estaba mintiendo y eso me intrigó más.–Bueno, pues le preguntaré a otra persona a ver si tengo más suerte.–me aparto de la barra dispuesta alejarme pero la señora fue más rápida y me toma del brazo con fuerza.

–Hazte un favor y vete de aquí, por que te puedo asegurar que estarás muerta esta misma noche si sigues preguntando–me suelta bruscamente haciéndome quejar.

No me iba a ir, vine por respuesta y no me iría sin ellas.

–Relájese, tampoco es para tanto–su mirada de terror puro no se oculto mucho tiempo y eso hizo que un fuerte dolor me atravesara el estómago.

Entre el amor y el deber #3. [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora