Juicios

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El pulido piso de mármol reflejaba en negro las anchas columnas y el cuadrado luminoso de altas ventanas en otras salas. Los pasos de Hermione cruzaron secos por ese sitio, hasta la gran puerta donde al otro lado estaba Severus, compareciendo ante el Wizengamot.

Antes del portón de metal había un arco cuadrado y dos bancas también de mármol, paralelas, a los lados de la pesada entrada remachada. El aro central era demasiado grande para tirar de él y abrir, semejándose más a una argolla donde montar una cadena.

Hacía frío, y el mármol resultaba poco amable, así que Hermione quedó de pie antes del arco, cargando el bolso por enfrente con ambas manos, usando guantes, abrigo y gorra contra la incómoda temperatura.

Pasos desde la banca tras el arco, más sonoros, los de las agentes Kirkwitch y Fitzyork, que mostró a Hermione un ejemplar de El Profeta.

-Snape se ha vuelto famoso –comentó Isis, con el cigarrillo apagado en los labios.

Hermione lo había leído en la mañana. Aquí se limitó a ver a la cara de la agente.

-¿Qué opina? –preguntó Fitzyork, que sonreía con toda falsedad.

A Hermione le caía mal esa auror. No sólo por el extraño tono cercano que hizo al hablar con Severus. La castaña estaba segura del amor y de la atracción de Severus hacia ella, pero Fitzyork era más estilo de acción conflictiva al modo de él, y esa semejanza causaba enojo a la Gryffindor.

-Opino que aunque el ejemplar tenga la imagen de Severus –respondió Hermione-, brinca el detalle de que lo enfrentaron con superioridad numérica.

-Porque Pettigrew no cuenta –aseveró Isis, insinuando.

-Pettigrew simplemente se esfumó después de reírse de Black.

Isis asintió, volteando a su compañera, de pie al lado de ella.

-¿Y Remus sigue esfumado, Brenda?

Ella dijo, sin expresión facial:

-Remus Lupin está a un paso de volverse desertor escolar. No regresó en toda la noche.

Fitzyork encaró de nuevo a la castaña-

-¿Sabe a qué se debe, Granger?

Hermione sospechaba que la pregunta de Severus a Lupin hizo referencia a la condición de hombre lobo de éste, que supo por legeremancia.

-Lo ignoro.

-Pero Snape también odia a Lupin, ¿no es así? –insinuó Fitzyork– Menos que a sus víctimas recientes, pero haría cualquier cosa para borrarlo, ¿verdad?

Está sugiriendo que Severus mandó asesinar a Remus.

-Me pide que diga lo que siente Severus. Eso no lo sé.

Kirkwitch recibió el ejemplar del diario y Hermione lo señaló con el mentón:

-Hay algo más. La nota sobre Potter y Black está junto a la nota del atentado que afectó a la familia Black. Con Severus en medio, es una insinuación en su contra de estar relacionado.

Fitzyork se rascó un segundo bajo los labios pintados de azul:

-Interesante que lo mencione. Nos ha llamado mucho la atención que al hacer la revisión de varitas la noche de Dufftown, la perteneciente a Fénix Rosier tenía un polvillo que al analizarlo resultó ser alerce.

-Supongo que rematará ese dato –la castaña se encogió de hombros.

-Alcerce es madera de varita –Isis esperó, como al efecto de un chiste-. ¿Entiende? ¡Polvo de varita en una varita! ¿Cómo explica eso?

Onyx PassionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora