Onyx Passion

Apostillas: Giratiempos para Luces

«Snape conocía más maldiciones cuando llegó al colegio que la mitad de los chicos de séptimo año, y fue parte de una banda de estudiantes de Slytherin que luego se transformaron en mortífagos.» - Sirius Black.

En Historia existe lo contrafactual o "contra los hechos", que consiste en relatar acontecimientos con un desenlace diferente al que ocurrió. El fanfiction es yo diría literatura contrafactual o contracanónica porque hace lo mismo, basarse en una saga para narrar una historia alternativa.

Lo alternativo es un mundo de aventuras singulares. Quienes gustan del fanfiction escribiendo, leyendo o ambos, entienden el valor de "la otra versión". Como parte de ese mundo me ha interesado fusionar el sevmione con el cyberpunk, el fetichismo y el terror. Y en esa idea pensaba si podía narrar un sevmione en el estilo de un género del siglo XIX, que voy a comentar.

Eso y las palabras de Sirius Black que reproduzco al inicio, son la inspiración de este fic del que me has obsequiado el gusto de tu lectura.

Bildungsroman significa "novela de aprendizaje" o "de formación". Es un género nativo del Romanticismo alemán que describe la maduración del carácter de una persona desde la niñez hasta la edad adulta. Hay antecedentes como El Lazarillo de Tormes; la novela emblemática es Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister y se han seguido escribiendo novelas con esas características, como En busca del tiempo perdido y la hiperfamosa, megaoscura y que ha marcado vidas, The Catcher in the Rye.

Un género decimonónico no es extraño al sevmione, porque en el arco, es decir, en la evolución del personaje de Hermione, existe un cambio de su personalidad especialmente marcado y trascendental en comparación con sus dos compañeros. Sucede igual con Snape, aunque en su caso es sugerido, ya que hay vacíos: uno, referente al detalle de cómo el Snape de Hogwarts se vuelve mortífago y dos, el que concierne a su etapa como mortífago.

Y son huecos, porque excepto aquellas palabras de Sirius y detalles, no hay una clara continuidad psicológica entre el Snape abrumado de Hogwarts con el devoto del Innombrable, y esas personalidades forzosamente son muy distintas.

Un elemento puede quedar claro. Snape no podía usar la máscara de hierro gracias a su nobleza de sentimientos. Si el Señor Tenebroso lo llama "mi fiel Severus" no puede deberse a que sea tranquilo u obsequioso, sino porque cumple a rajatabla las órdenes de un demente, éstas tienen que ver con la violencia mortal y para su cumplimiento se ha de ser violento extremo. Snape como mortífago debió haber sido terrorífico. Mi fiel Severus tuvo que haber sido alguien sin piedad que no dudaba a la hora del horror. Soltar a los Cuervos de la Muerte le debió ser disfrutable a la manera como disfruta un psicópata. Seguro que el pragmático Albus se hizo de la vista gorda con un Snape que las debía. ¿O alguien piensa que los mortífagos lo buleaban? Snape debió ser de los que ejecutan porque no les gusta cómo los miraron.

El arco entre el Snape acosado y el mortífago, es decir, la manera como uno se transforma en el otro, puede ser armada haciendo un análisis de personajes.

Severus Snape es de los caracteres más complejos de la literatura fantástica. Snape está de continuo en un conflicto entre la oscuridad y la luz. Como estudiante, no cobra venganza a pesar de conocer más maldiciones que sus agresores. Tiene sentimientos nobles pero le atraen las Artes Oscuras; siendo mortífago quiere evitar que se haga daño a Lily; salva a su hijo pero después descarga su ira en él; lo detesta, pero le enseña oclumancia y le envía su Patronus. Y cuando sobreviene su muerte, ignominiosa, el Snape que puede decir su último sarcasmo, herir a Harry dejándole la llaga de la ira o del dolor, revela diáfanamente lo mejor de sí.

Su motivación al decir la verdad a Harry puede entenderse que tiene un doble objetivo. El profesor temible y asesino de Dumbledore deseaba que Harry no cargara con dudas, ni con odios, no porque ese odio doliera a Snape, sino para que el chico no se envenenara como lo hizo el pocionista consigo mismo. Al mismo tiempo, Snape deseaba que lo que él sintió, lo más limpio que albergó, el amor platónico, el río, el trébol y la sonrisa de la niña, es decir, la esperanza, sea entendido por alguien. Snape reclama una sola vez algo para sí y es hasta su muerte y es simplemente que se sepa que él no era un hombre malo.