Capítulo 16. Nana esta grave.

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Sebastián podía sentir que ella estaba confiando en él —Sofía, si te duele me debes avisar, quiero que tu primera vez la recordemos juntos siempre –este le decía con todo el amor dentro de su corazón, Sebastián podía sentir que de verdad amaba a esa mujer, la sentía como si su destino estuviera marcado para toda la vida juntos, antes de introducir su miembro, el repentino sonido del móvil de Sebastián empezó a hacer insoportablemente molesto.

Ella lo miró con algo de complejidad —Y si miras quién te llama.

Él se levantó con el miembro duro y grande, buscó su saco y sacó su móvil para ver la llamada de Dalila, él la ignoró, pero ella seguía llamando.

—¿Quién te llama?

—No es nadie importante.

1:00 hora antes de la llamada de Dalila.

Dalila después de haber realizado la fechoría del vaso, se puso a cocinar el almuerzo y a preparar todo del día, como era rutinario, luego empezó a llamar a nana para que comiera un poco más —Nana, nana, ven a comer que no has comido mucho hoy en el desayuno ¿Nana dónde estás? –Dalila buscaba como todos los días a nana para que almorzara, pero esta vez nana no le respondía —Nana –Dalila tocó la puerta de su dormitorio, pero ella no le contestaba —Nana pasaré –cuando Dalila abrió la puerta se encontró con una nana desmayada en el piso con espuma en la boca y convulsionando. Fue tanto la impresión que Dalila gritó fuertemente —Nana ¿Qué te ha pasado? –sin esperar un segundo más, sacó su móvil para llamar al 911 y pedir una ambulancia, la llamada se conectó enseguida

—Usted ha llamado a la línea segura del 911 ¿En qué consiste su emergencia?

—Ayuda por favor, ayúdenme, mi nana se ha desmayado y está botando espuma por la boca.

—¡Cálmese señora! Dígame ¿Dónde se encuentra? –habló la operadora tratando de que la agitada mujer se calmara.

—Por favor envíenme una ambulancia al Boulevard de la Villa Dominic, por favor –la pobre Dalila estaba muy asustada.

—Mandaremos a una unidad enseguida.

Dalila que esperaba que llegase la ambulancia, corrió a tomar un trapo y limpiarle la boca de Nana para asegurarse que no se fuera ahogar con su propia saliva.

En menos de cinco minutos la ambulancia llegó para llevarse a la anciana al hospital Central, la pobre y dulce nana estaba al borde de la muerte por culpa de Dalila.

La ambulancia no demoró en llegar al hospital, sacaron a la anciana, uno de los paramédicos dejaba en evidencia lo que sucedía —Señor mayor de sesenta y tres años con ahogamiento –personal del hospital entraban con la señora hacia uno de los espacios de operaciones internas.

Las enfermeras realizaban todo lo posible para preparar a la señora mayor, uno de los especialista habló —¿Qué tiene?

—La presión bajó a sesenta y cuatro sobre veintidós y presenta taquicardia, presión venosa central muy alta.

—10cc de epinefrina, al igual que 10cc de dopamina.

Unos de los residentes contestaron al médico —Le hemos dado la dosis máxima doctor.

De esa forma los médicos especialistas estaban luchando por salvarle la vida a nana, después de salir de la sala de operaciones, se acercó Dalila, él médico le preguntó —Señora ¿Es usted familiar de la señora Teodora Laprotte?

—No doctor, yo solo soy la sirvienta de la señora, el familiar es el señor Sebastián Dominic.

—Necesito que se comunique con él señor, ya que debo hablar sobre la salud de la paciente.

Jefe Cruel y su DamiselaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora