Capítulo 3. Damisela en Apuros I.

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Mientras tanto, Antuan marcaba el número de Thomas, esté hizo todo como le había ordenado su exaltado jefe, la llamada se conectó a los pocos minutos, la voz profunda y juguetona de Thomas salió

—Antuan, hombre y ese milagro ¿Qué pasa? ¿A qué se debe tu llamada?

—Thomas, amigo, te llamo porque Sebastián anda histérico como quinceañera en plena fiesta, así que necesito que prepares los documentos pertinentes para la compra de un hospital –la sonrisa de Thomas detrás de la llamada estaba desapareciendo, este como es lógico, quedó conmocionado con lo que le solicitaba Antuan —Espera Antuan ¿Estás seguro de que eso fue lo que te pidió Sebastián?

—Sí Thomas, es que mi hermano atropelló a una joven y la trajimos aquí al hospital, pero desde que la subí atrás en el automóvil con él, ha estado actuando muy raro.

—¿Raro? ¿Cómo qué raro? ¿Quién es esa mujer?

—La verdad no lo sabemos –después de decirle eso se acordó que en sus hombros llevaba colgada la cartera de ella —Espera, déjame buscar su identificación en la cartera que tengo conmigo –le pidió un momento mientras rebuscaba entre los objetos —Espera aquí dice... A ver –enfocó su vista y leyó en voz alta —Se llama Sofía Andrea Clear.

Detrás de esa llamada la expresión de Thomas se volvió un poco pálida de la sorpresa y la preocupación —¿Qué has dicho? Repítelo.

—Sí, Sofía Andrea Clear –volvió a pronunciar Antuan.

Confirmando con esto las sospechas que se estaba efectuando Thomas —¡Maldita sea! Es que han atropellado a mi asistente.

—¿Tu asistente?

—Sí hombre, pero que mala suerte la de esa chica, ella es la nueva secretaria que le estaría prestando a Sebastián por un tiempo –aclaró.

—¡Coño! Pero qué mala suerte la de ella –dijo Antuan algo desconcertado.

—Espera, ya estaré ahí en pocos minutos

—¿Vienes al hospital?

—¡Si!

—Dale, acá te esperamos.

Después de terminar la llamada, Antuan quedó bastante desconcertado, tenía sus manos grandes debajo de su mandíbula, analizando la situación —O sea que la chica nueva era ella... ¿Y ahora cómo le diré eso a Sebastián? –murmuró en voz alta sin darse cuenta de que Sebastián estaba detrás de él.

—¿Decirme qué cosa? —Antuan se sobresaltó cuando escuchó la voz fuerte y poderosa de su jefe, girándose con gotas de sudor en su espalda, guardó silencio porque no sabía cómo decirle, pero su voz gruesa y amarga le trajo de nuevo a la realidad —¿Decirme qué cosa? –repitió con una ceja enarcada, claramente estaba exigiendo una respuesta rápida.

—¡Eh! Bueno Sebas, sabrás que Thomas me dijo que venía para acá.

—¿Para qué viene? Te dije que te encargaras que el solo hiciera la gestión ¿Qué tiene que hacer aquí?

Antuan se tocó el cabello con algo de miedo, al final ese hombre era poderoso e imponente y de vez en cuando le daba escalofríos, cuando las personas nacen para ser dominantes lo hacen, este es el caso de Sebastián —Lo que pasa, es que la joven que atropellamos es su...

Sebastián le mira escrutando, esperando que continúe —¿Es mi qué? ¡Habla ya! Por un demonios Antuan, desde cuando te has convertido en una damisela asustada.

Antuan se sintió triste cuando le dijo eso, así que tuvo que decirle sin más —Es tu nueva secretaria, la asistente de Thomas.

Sebastián miró Antuan sin poder creer lo que le estaba diciendo, pero claro que eso le sorprendió —¿Es la asistente de Thomas? –preguntó Sebastián —¿Es por eso por lo que viene hacia aquí? ¿Viene a ver cómo está? –Sebastián no podía creer que la chica de la cual hablaron anoche era esa hermosa mujer que yacía en una cama toda golpeada. Todavía Sebastián no salía de la impresión —¿Qué has dicho? O sea, que ella es Sofía Clear.

Jefe Cruel y su DamiselaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora