Capítulo 25. Acompáñame.

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Mientras la pobre Sofía luchaba con sus fuerzas por ese amor que sentía por Sebastián, él por su parte estaba luchando por no salir y pedirle disculpas a Sofía, al final todo esto era su mejor movimiento.

Al mismo tiempo, en un lugar retirado

—Hoy espero una visita importante, creo que para ti es una de las mejores visitas, así podrás ver con tus propios ojos, en el hombre que se ha convertido Sebastián Alberto Dominic.

En Italia un gran hombre de ojos color avellana y ámbar se asomaba por el gran ventanal de su empresa, observando las hojas caer de los árboles grandes, acompañado a su lado había una mujer, ella miraba a ese hombre con una sonrisa, mientras se quitaba una bata de médico.

"Te preguntarás ¿Quién es esta misteriosa mujer? Pues pronto lo sabrás"

En Alemania, sentado en su oficina estaba Sebastián en una videollamada con varios hombres reunidos, el apuesto rostro de él hacía que nadie quitara la vista de él.

—Bueno, me alegra saber que puedo contar con ustedes para este proyecto Bioquímico, creo que será una de las fracciones mayores para muchas investigaciones en caso de que no existan opciones de órganos sanos vivos para trasplantes, utilizando la integración de nanotecnología podremos hacer de la medicina un nuevo futuro –sonreían con gran satisfacción los integrantes de la videoconferencia de Sebastián —Sin más que añadir señores, nos vemos en Italia el día de mañana para dar por terminado las contrataciones.

Sebastián cerró la videollamada y se recostó en su silla, pensando que este negocio sería el ¡Boom, de la medicina en todo el mundo! Con una sonrisa miró su reloj viendo que era la hora de irse a su avión privado, pero necesitaba la documentación que le había tirado a Sofía, la verdad es que todo estaba bien, solo que estaba furioso porque ese cretino de Alessandro besó a su mujer. Con una sonrisa maliciosa se levantó de su silla y agarró su chaqueta del perchero, salió de su oficina y tocó la puerta de la oficina de Sofía, esperó unos segundos pero nadie respondió, volvió a tocar la puerta y todavía no había respuesta, sus finas cejas se fruncieron y entró sin avisar —Señorita Clear ¿Por qué no responde? –cuando entró, Sofía no estaba en su escritorio, pero toda la papelería estaba arreglada y en un orden explícito por cada sección de trabajo, todo muy detallado, inclusive los dibujos que ella realizó, ahora estaban con mayor detalle de estructura, colocó una mano en los documentos y miró por todas partes, pero no se encontró con ella, pensándolo un poco más, decidió pasar al baño de la oficina y ahí estaba ella tirada en el piso con el agua del lavamanos abierta, regando agua por todas partes, se acercó a ella asustado por verla desmayada en el baño —Sofía, Sofía ¿Qué te pasa? Mi amor, Sofí, responde... –ella no reaccionaba, la alzó del piso y la colocó en el sofá de la oficina de ella, luego caminó para su oficina a buscar el botiquín, volvió y se acercó a ella con un pedazo de algodón con un poco de alcohol, Sebastián se sentía culpable por haberle gritado tan fuerte hoy, mirándola, estaba pálida y con los ojos rojos —¿Sofí estabas llorando? Sofí reacciona.

Colocando alcohol en la nariz, ella poco a poco empezó a reaccionar, abriendo los ojos, observó al bello hombre, mirándola con cara de asustado, esos bellos ojos azul y verde eran el delirio de cualquier mujer, pero, sobre todo, el gran delirio de ella —¿Qué me ha pasado? –preguntó algo mareada y desorientada.

—Te encontré en el piso desmayada ¿Te sientes mal? –Sebastián por alguna extraña razón estaba pensando cosas no tan buenas, pensaba que ya se había acostado con Alessandro, estaba llenándose de mucha molestia en su corazón con solo pensar que otro hombre la tocó, así que no pudo controlar sus molestias y celos y dijo —Dime ¿Acaso tú y él...?

Sofía no esperaba que él le preguntara algo como eso, así que su sorpresa fue grande —¿Qué? Estás loco ¿Cómo se te ocurre pensar en eso? –Sofía miraba enojada a Sebastián —Y si fuera el caso ¿Qué le debe importar a usted señor Dominic?

Jefe Cruel y su DamiselaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora