Capítulo 45. Viaje a Francia.

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Sebastián se acomodó en su silla para atender a uno de los ejecutivos de un hospital interesado en la tecnología regenerativa bioquímica con nanotecnología, a los pocos minutos entró el ejecutivo al despacho del presidente Dominic.

—Adelante señor Ramos, tome asiento por favor.

—Gracias por recibirme señor Dominic, es un gusto por fin conocerlo en persona.

—Gracias, ahora dígame ¿Qué desean ustedes del Corporativo Lucifer?

—Qué bueno, directo al grano, a mi jefe le agradará un hombre como usted, bien yo vengo en representación del doctor Bastián Bennet Fontaine, él es el director y dueño del Hôpital Sérénité, que traducido en español es el Hospital Serenidad, él siguió por muchos años el trabajo de su madre en base a bioquímicos y ahora está siguiente el suyo con nanotecnología.

—Y ¿Por qué razón no vino él?

La mirada fuerte e intimidante de Sebastián, estaba poniendo a Ramos muy asustado, así que se aflojó un poco la corbata para decirle a Sebastián —El doctor Bastián se tuvo que quedar con una de sus pacientes, la misma tuvo trillizos y tiene un problema neurológico con pérdida momentánea de memoria, y ha ido empeorando con el paso de los años, por eso deseamos recurrir a la nanotecnología regenerativa para ella.

—¿Es ella la esposa de él?

—Bueno, no es la esposa, pero el doctor Bastián ha estado enamorado de ella desde que la conoció, pero como es una mujer sin recuerdos, no quiere interferir en caso de que ella esté casada o haya estado casada.

—Entiendo, en ese caso me gustaría conocer a su jefe, yo viajo esta noche a Francia a reunirme con otro cliente, puedo hacer un espacio para poder conocerlo y darle el precio de mi trabajo.

—Claro, eso sería fantástico señor Dominic, hoy mismo cuando regreso le comento y yo me comunico con usted para hacer la cita en el hospital.

—Perfecto señor Ramos, ya puede retirarse.

—Claro señor Dominic, con su permiso me retiró.

Cuando Ramos abrió la puerta, se encontró con un hombre grande como un vikingo, con cabello y barba larga con trenzas, un cuerpo fuerte, pero lo que más le llamó la atención, fueron los ojos de ese señor, los mismos que tiene la señora Elin Sofía —Disculpe señor –dijo un miedoso Ramos.

—Tranquilo caballero, pensé que mi yerno estaba solo.

—No tranquilo, igual ya terminamos –se giró para mirar a Sebastián —Nos vemos señor Dominic, señor —y se fue Ramos de la oficina de Sebastián.

Continuamente en Francia

—Elin, ya los pequeños terremotos están dormidos.

—Muchas gracias, Marie, puedes ir a descansar, yo ya estoy por terminar aquí el trabajo para irme a dormir.

—Listo Elin.

Sofía la miró y le dijo en un tono suave —Recuerda decirme Sofía por favor.

—Cierto, cierto que recordaste que tú otro nombre es Sofía, pero no entiendo ¿Por qué te gusta que te digan por tú segundo nombre?

—Yo tampoco lo sé, pero siento que ese es mi nombre real, es como algo familiar.

—Bueno debe ser eso, nos vemos mañana, iré a descansar.

—Gracias por todo Marie.

Después de haberse quedado por siete días hospitalizada, Sofía salió y en ese tiempo pasó el embarazo tranquila, empezó a trabajar con el capitán Marc, él siempre le dice solo dime Marc o abuelo, pero a ella le gusta llamarlo capitán Marc, Alicia la cuidó mucho como si fuera su madre, en esos meses, Sofía le debía mucho a esa hermosa familia que la apoyó y ayudó, ahora ella tiene su propia casa al frente de ellos, vive muy bien gracias a su empeño, ha creado muchos modelos de barcos para el capitán Marc y le ayudó a conseguir más proveedores para la nueva flota de construcción, mañana debe venir el dueño del Corporativo Lucifer, cuando ella averiguó por primera vez de esta compañía Alemana, la sintió muy familiar.

Jefe Cruel y su DamiselaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora