Capítulo 62. ¡Operación! La solución de Sebastián.

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Seguidamente, Don Dante, Eleonor y Penélope se preparaban para la operación de Sofía, Sebastián estaba tranquilizando a los niños y dándole el mejor de los ánimos, esta vez, los niños se quedarían en la casa con la nana de la villa y con Donatello para que los cuidara.

—Niños, necesito que sean fuertes, mamá saldrá bien de su operación, por favor prométanme que se portarán bien con su tío Donatello –les dijo a sus tres hijos.

—Sí papá –respondieron al unísono obedientemente.

Después de hablar con sus hijos, le dijo a Donatello que los cuidara con su vida.

—Lo haré hermano confía en mí

De esta forma se fueron a la clínica que tenía su madre aquí en Francia, era una clínica especial para poder tratar a Sofía, lo operación sería larga y riesgosa, por eso tenían que actuar con suma delicadeza, porque iban abrirle una parte de la cabeza de Sofía, cosa que podría poner en riesgo su vida por completo, al tanto, que podría dejarla como un vegetal de por vida.

—Madre, por favor no permitas que mi esposa se muera.

—Confía en nosotros hijo, no permitiré que ella muera, porque no podría mirarte nunca a los ojos y menos a ti cariño –se lo dijo mirando a Don Dante.

—Yo tampoco me perdonaría si a mi hija le pasa algo, por eso haré todo para arreglar esto que provocó ese infeliz de Bastián.

En la pequeña sala de operaciones yacía Sofía con una bata azul, acostada con una pequeña sonrisa en su rostro —Amor te amo, no lo olvides por si acaso no vuelvo a despertar, quiero que sepas que eres lo mejor que me ha pasado –le confesó Sofía que le sonreía amablemente a Sebastián.

—Cariño, te estaré esperando, vas a ver que todo saldrá muy bien.

—Eso espero, no permitas que mis hijos sufran.

—No digas eso, verás que todo será positivo, tengo confianza en nuestros padres.

Sebastián tomó a Sofía por su suave mejilla y la besó, un beso tierno y suave, después Eleonor le puso la mascarilla para poder dormirla, poco a poco los brillantes ojos de Sofía se estaban cerrando, en menos de unos 30 segundos Sofía estaba dormida.

—Bueno Sebastián, ahora quiero que salgas, no puedo tenerte aquí.

—Está bien, me ausentaré, debo ir a resolver algo, por favor cuídala, mamá –Sebastián abrazó fuerte a su madre y luego a Don Dante.

Sebastián salió de la pequeña sala de operaciones cerrando la puerta tras de él, Antuan no podía soportar ver a su mejor amigo y hermano sufrir de esa forma —Venga, vamos Sebastián, ella es una mujer fuerte, verás que todo saldrá bien –le dijo para darle ánimos.

—Gracias hermano, vamos, acompáñame que debo arreglar unas cosas con la familia Bonnet.

Sebastián y Antuan salieron por la puerta principal para reunirse en el Hospital Serenidad con el señor Marc.

Cuando estaban rumbo hacia el hospital, Sebastián recordó la llamada de la noche anterior con el señor Bonnet.

—Buenas noches –dijo el señor Marc con vergüenza.

—Señor Bonnet ¿A qué se debe su llamada? –preguntó Sebastián en un tono duro y frío.

—Señor Dominic, le pido disculpas por lo que está haciendo mi hijo, él no está en su mejor momento, tuve que tomar la decisión de internarlo en un lugar para que se calmara, por favor, le pido disculpas en nombre de mi hijo y familia.

—Señor Bonnet, no me interesa sus disculpas, solo me interesa acabar con tú hijo y toda tu malnacida familia por hacer sufrir a la mía, dígame ¿Quién puede evitar que mi esposa no se muera hoy o mañana? O ¿Qué nunca nos volverá a recordar? Dígame ¿Cuál es la solución a esto?

Jefe Cruel y su DamiselaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora