Capítulo 51. Conociéndose.

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—Señor Schneider, Sofía sufrió un golpe craneal en la parte derecha y frente del cerebro, específicamente.

—En el hipocampo, exactamente en la corteza frontal de esta misma, es así –dijo en un tono serio y preocupado Don Dante.

—Es correcto –Bastián quedó impresionado con los conocimientos de ese hombre.

—¿Quiero saber si sus recuerdos de corto y largo plazo están dañados? –preguntó Don Dante.

—En realidad, con los estudios que le he estado realizando, he encontrado que tiene un daño del 2% en sus recuerdos a corto plazo y sus recuerdos de largo plazo tiene un daño del 85%, seré sincero con usted, Sofía tiene una bomba de tiempo en su cerebro, un día puede despertar no acordándose de sus hijos, inclusive de la forma de cómo hablar, comer o caminar.

Don Dante que lo escuchaba, se tuvo que sentar en la silla al frente de la cama de su hija Sofía, tomándole la manos blancas, delicadas y frías de ella —Mi pequeña, papá promete ayudarte –mirando a Bastián le dijo seriamente —Quiero llevarme a mi hija a nuestro país, ahí está mi esposa, ella es una gran doctora que la va a ayudar.

Bastián ya presentía esto, pero no quería que alejaran a la mujer de la cual se enamoró durante esos cuatro maravillosos años y ahora menos cuando le confesó su amor —Señor Schneider, entiendo su preocupación, pero no es recomendable sacar a Sofía, sin antes hacerle los exámenes rutinarios de ella, está no es la primera vez que sucede algo como esto, además, ella está inscrita en el registro como un familiar de mi madre, al igual que los niños.

La respuesta no le agradó a Don Dante, que se levantó de la silla y se acercó intimidando con su gran altura a Bastián, haciendo que Bastián tuviera que mirar hacia arriba por la gran e imponente altura de Don Dante —Mírame muchacho, ni tú ni nadie me van a volver arrebatar a mi hija y en cuanto a sus papeles, no es problema para mí –con eso se giró para mirar a sus nietos que observaban todo —Mis pequeños, vamos a buscar al tío Donatello para que vayamos con su padre, hoy debemos hacer el cambio de su apellido.

Emocionadamente los niños saltaron del sillón para correr a los brazos de su abuelo que estaba en cuclillas para abrazarlos, la pequeña Amelia pidió que la cargaran, mientras que Derek y Damián tomaron la fuerte mano de su abuelo.

—Abuelito ¿Mi papá nos va a amar mucho? –preguntó una mimosa pequeña.

—Claro que sí mi niña, a los tres los va amar mucho, ese hombre se volverá loco al saber que no era un bebé sino tres –los cuatro se reían juntos y así felizmente salió de la sala con sus nietos, para indicarle lo siguiente a Donatello —Muchacho, llama a Raquel, dile que venga inmediatamente a cuidar a mi hija, mientras vamos a la villa a buscar a Sebas –después se giró para mirar a Bastián y le dijo —Gracias por cuidar a mi hija durante muchos años, ahora doctor Bastián, mi personal se hará cargo desde ahora.

—Claro señor Schneider.

"El destino a veces juega a favor o en contra de las personas buenas, en este caso, Bastián se convertiría en una persona mala, solo por desear el amor no correspondido de Sofía"

Después de que Don Dante saliera de la habitación con Donatello, el pequeño Damián pidió ir al baño.

—Abuelo, tío Donatello, espérenme aquí que iré al baño.

—¿Puedes ir solo mi niño? ¿No quieres que te acompañe? –preguntó su abuelo Don Dante.

—No abuelo, ya soy un hombre grande, puedo defenderme solo, además, conozco muy bien el hospital.

—Sí abuelo, déjalo ir, Damián conoce este lugar –intervino su hermano mayor Derek.

—Abuelito, puedo dormir en tú hombro, es que tengo sueño.

Jefe Cruel y su DamiselaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora