Capítulo 10. El Secuestro.

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Continuamente, en otra villa de Magnum, estaba él resguardado y siendo atendido por el médico de la familia Dragon.

—Dime Beatriz ¿Él se pondrá bien? –le preguntó Darío a la doctora de cabecera de la familia Dragon.

—Sí, no debes preocuparte Darío, me avisaste a tiempo, así que por suerte logré detener el sangrado, él es un hombre fuerte, así que todo estará bien, ahora él necesita descansar para poder recuperar fuerzas.

—Gracias Beatriz, cualquier otra cosa te llamamos.

—Darío –llamó Magnum con una voz débil y apagada.

Darío se acercó a él —Magnum ¿Cómo te sientes?

—¿Los papeles? –fue lo primero que preguntó, esa era su gran preocupación, esos papeles esconden muchos secretos de la familia Donovan y Dragon.

—Tranquilo amigo, se robaron los papeles que dejamos como acordamos, además, los otros papeles lo sacamos a tiempo.

—Gracias Darío ¿Dónde está mi teléfono? Necesito hacer una llamada.

—Aquí tienes –Darío hizo una pausa y le contó lo importante —La señorita Isabel estuvo llamándolo, estaba muy preocupada por ti, le tuvimos que decir que estabas muy ocupado.

—Ya veo, gracias, amigo.

Magnum se levantó un poco con la ayuda de Darío, acomodó la espalda en la suave almohada, buscó en sus contactos y marcó el número que ansiaba por llamar.

La llamada se conectó al segundo tono, la voz que salía era una total furia.

—Maldito desgraciado, te voy a matar, esto no se va a quedar así –gritó furioso Maximiliano al recibir la llamada de él.

—Jaja... No me hagas reír Maximiliano, dime ¿Qué se siente ser una basura ahora mismo? ¿Qué se siente ser el perdedor? –la sonrisa en los labios de Magnum era aterradora y fría —Poco a poco te quedarás sin nada –dijo mientras su mirada se tornaba fría al hablar con Maximiliano.

—Eso crees tú –la voz de Maximiliano que antes era fría se volvió risueña, llena de una victoria a su favor —Adivina ¿Quién está al frente mío? Esa belleza tiene un exquisito vestido rojo, esos pechos increíbles y que decir de esas piernas de esa linda mujer ¿Cómo es que se llama? Ah sí cierto, Isabel Donovan, que nombre más lindo –la voz de Maximiliano estaba llena de burla hacia Magnum —Solo espera cuando sea mía y la tenga en mi cama penetrándola duro sin cansancio, hasta que solo escuche de esos labios rojos mi nombre.

Magnum se levantó exaltado de la cama, haciendo que su herida se volviera abrir —Te voy a matar si le pones un dedo encima, te juro que te voy a matar Maximiliano Clements.

—Quiero la ubicación de las reliquias, sino espera y verás lo que pasará –Maximiliano colgó sin compasión alguna.

Magnum estaba furioso y miró a su mejor hombre de armas, al único en el que podía confiar su propia vida —Maldición Darío –su furia estaba reflejada en sus palabras —Dime que Alex está cuidando de ella.

—Ella está en la oficina, Alex me lo confirmó recién, no debes perder los estribos Magnum, sabes que ese infeliz de Maximiliano hará todo para verte caer, él debe saber que tu talón de Aquiles es ella –le aconsejó su mejor amigo Darío.

—Dile que la cuide –Magnum se levantó exaltado de la cama, sin darle importancia a su herida que estaba abierta de nuevo —Maldita sea, él le hará lo mismo que a su hermano, sino lo evito, ella podría, podr... –eso fue lo último que dijo antes de caer descompensado al piso, Darío lo tomó con fuerza y lo levantó para colocarlo en la cama.

El Hombre del Dragón, un amor extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora