Capítulo 15. ¿Quién es ella?

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Después de que Magnum saliera dejando a los invitados en la gran sala de juntas, caminaba como un muerto viviente, su mente estaba confusa, sentía una excitación de impresión, él sólo podía preguntarse —¿Quién es ella? –es la primera pregunta que se hizo, ya que la impresión que se llevó de ella era mucha, sobre todos sus ojos iguales a su amada esposa Isabel, esa fragancia tan natural y singular de ella —¿Quién se supone que es ella? –se volvió a preguntar en su mente, su dulce mano le hizo sentir algo tan familiar, se agarró el cabello con frustración, se sentía mareado, su cuerpo alto y fornido se recostó a la pared —Será que la pérdida de Isabel me está afectando tanto que la materializo con otra mujer –sacó una sonrisa llena de desprecio y dolor de sus labios. Magnum sacó su móvil y marcó el número de Darío, esperó con una mano en el bolsillo mientras la llamada era recibida.

—Magnum ¿Qué necesitas? –sonó la voz tranquila de su amigo.

—Darío, investiga quién es Victoria Clear, necesito un informe completo ¿Dónde nació? ¿Dónde estudio? ¿A qué se dedica? Investiga todo lo relacionado con ella en estos últimos cuatro años, sé cuidadoso, no quiero que Antuan se dé cuenta.

—¿Victoria Clear? Espera ¿Quién es la mujer?

—No me lo vas a creer Darío, pero esa mujer vino en compañía de Antuan, es su directora de diseño e investigación, pero amigo, ella es la viva imagen de mi esposa Isabel.

—¿Estás seguro? O sólo estás muy cansado últimamente, además, te han pasado demasiadas desgracias amigo, quizás solo estés extrañando a Isabel.

—Estoy seguro de ello, por favor solo investiga sin levantar sospechas.

—Entendido amigo, enseguida hago eso ¿Necesitas algo más?

—No, por ahora solo eso, necesito esa información en menos de una hora.

—¡Bien!

Magnum colgó la llamada y llamó a su asistente —Ana...

Ana se levantó de su escritorio y caminó hacia donde estaba su presidente, justo a una distancia lejana del estudio de juntas —Sí, presidente Magnum.

—Dile a Eduardo y a su personal que rediseñen la oficina que está al frente mío, la necesito para ya.

—Entendido presidente, enseguida gestiono todo.

Mientras le daba instrucciones a su personal, Magnum pensaba en los ojos llamativos de aquella mujer, su piel, ese cuerpo, todo era como si fuera ella, se apretó el entrecejo y su mano se posó en el puente de la nariz, estaba cansado de tantas cosas —Pero no estoy seguro si lo es, su color de cabello es distinto, su rostro se ve más duro –su sonrisa como zorro astuto se ensanchó, era una sonrisa divertida —Tiene una mirada fuerte, un rostro perfilado pero más madura, pequeña tontita ¿Serás tú en realidad? Pero la Isabel que yo conocía se esfumó, mi Isabel era suave, tierna, respondona también... Pero, pero... ¡Maldición! –gritó mientras su corazón estaba latiendo muy deprisa sin control —Contrólate Magnum, no es ella, si fuera ella ¿Vendría a mí no? —Maldición –volvió a gritar con frustración —Esos hermosos ojos color avellana son el color del sol, hermosos como el otoño cuando las hojas de los árboles están por caer, ¿Qué me pasa? ¿Por qué me duele el pecho? –se dijo mientras todo su ser estaba inestable por las emociones de ver a la misteriosa mujer llamada Victoria Clear. Después de tratar de tranquilizarse se dirigió a la sala de junta, solo al entrar ese perfume de ella se volvía a meter en sus fosas nasales, era tan embriagador la verdad. La voz poderosa de Magnum salió dándole paso a que Antuan e Isabel se asustaran, esa voz era fuerte y magnética —Antuan, por favor ven conmigo, ya mi abogado está en mi oficina, la señorita Clear puede seguirnos también por favor –le dirigió una mirada tranquila.

El Hombre del Dragón, un amor extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora