Isabel manejó directo a su casa con un pensamiento extraño en su mente, pero sobre todo una gran pérdida en su corazón. Al llegar a su casa se bajó del automóvil, entró y subió directo a su habitación para darse un baño frío para despejar su mente, al verse en el espejo pudo distinguir la cantidad de chupones que le dejó Magnum, sobre todo por debajo de los pechos y el abdomen, ella suspiró con un gran toque de pérdida.
—Esta será la última vez de verlo en esta vida, debo seguir haciendo averiguaciones de todo lo ocurrido hace cuatro años –se dijo mientras se miraba en el espejo de su habitación, volvió a suspirar y habló sola —Bien Isabel, recuerda que es lo que has averiguado, lo máximo que he averiguado es que Maximiliano está muerto y que Alex está desaparecido, puesto que, Maximiliano no solo quería muerto a Magnum, sino que a mí también –ella se tocó las mejillas con las dos manos, dando un golpe de apoyo personal —¡Bien! No puedo seguir pensando en él, ahora debo volver hacer feliz y que mis hijos lo sean, esto es lo único que me debe importar ahora, puedo estar segura de que Dylan es un buen hombre –decía ella mientras salía de la habitación y caminaba a la cocina para preparar todo.
En la cocina había un cuerpo esbelto con piernas fuertes y hermosas, con un cabello revoloteando con sus movimientos, verla era la emoción de cualquier hombre, ella estaba ya casi terminando todo cuando el tono de un mensaje hizo que se secara las manos con el delantal, tomó el móvil y vio un mensaje de WhatsApp de Dylan, abrió el chat.
—Buenos días, cariño, ya estoy por llegar a la casa de ustedes—
—Está bien, ya voy a levantar a los niños—
—¡No! Cariño espérame que yo quiero levantarlos contigo, ¡Espérame! —
—Está bien, te espero—
Después de dejar el móvil a un lado, su sonrisa era bonita, pero no era la más hermosa, era una sonrisa que daba a entender que hacía su mayor esfuerzo para ser feliz, pero que lo era, Isabel cocinó muchas cosas ricas y variadas, ya que no tenía conocimiento de la comida de Dylan, pero según lo que le dijo Raquel, ella trató de hacer algo similar a sus gustos, solo esperaba que fueran de su total agrado.
Fuera ya llegaba Dylan, estaba al frente de la puerta tocando el timbre, esperando que Isabel abriera la puerta.
Isabel se puso algo nerviosa, porque estaría abriéndole las puertas de su mundo a otro hombre que no fuera el amor de su vida, su gran muchachote Magnum, era muy difícil, era algo que le estaba costando mucho, sobre todo después de pasar una de las noches más increíbles en los brazos de Magnum, su mente divagaba con esos pensamientos, se sacudió la cabeza de un lado a otro para luego abrir la puerta.
—Cariño, buenos días –dijo Dylan con gran emoción.
—Buenos días, Dylan, ¿Cómo te sientes?
—Mejor ahora que te veo –se acercó a ella, le rodeó con sus brazos en su cintura y le regaló un beso en los labios.
Isabel solo pensaba —Otro beso en la boca como si fuéramos una pareja de muchos años casados— su mente se reía por la forma tan cariñosa de él, pero muy por dentro se estaba muriendo lentamente al no ser Magnum —Dylan –dijo ella apenada, ya que se había sonrojado de la impresión y su forma de ser, la verdad es que no le desagradaba Dylan, agachó la cabeza con vergüenza.
Él le tomó la barbilla y la miró con esos ojitos cariñosos —¿Cariño no despertaste a los niños?
—No, todavía no.
—Perfecto, vamos a despertarlo juntos.
Esa frase le sorprendió mucho a Isabel, ya que no pensó que Dylan le pidiera eso, al hacer ese pequeño gesto con sus hijos le hacía sentir un poco incómoda —Dylan, creo que no deberíamos presionar a los niños.
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El Hombre del Dragón, un amor extraño
RomanceAquella noche de lluvia solo podía recordar ese magnifico dragón en la espalda de ese sexy y exquisito hombre ¡Demonios! Me dije en mi inconsciente ¿Cómo puede existir un hombre como el en este mundo? Moria por saber ¿Quién era? Pero a veces la curi...