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Jungkook miró a través de las puertas de vidrio a los pasajeros que se acumulaban a la espera de su equipaje. Eran tantos que no podía distinguir a nadie, pero de todas formas se quedó en el lugar que había prometido.

Su teléfono vibró en su bolsillo y lo sacó de inmediato, por esos días todas las llamadas o mensajes eran como si tuviera una maldita granada a punto de estallar en sus manos. Su corazón se aceleraba y su piel se erizaba cada vez que miraba la pantalla, siempre rogando que no fuera del hospital donde su hermano aún se encontraba hospitalizado.

Habían sido días de pura preocupación, semanas de incertidumbre y aunque los médicos auguraban una buena recuperación para Seokjin, este aún no abría sus ojos lo cual los tenía a todos ellos en creciente preocupación.

Su teléfono tenía un mensaje, uno corto y escueto que calzaba perfecto con quién se lo había enviado.

Ya aterricé, estoy buscando mi maleta.

Guardó su teléfono mientras veía las puertas abrirse y cerrarse dejando salir a los pasajeros sonrientes y felices. Jungkook deseó poder sentirse de esa manera aunque sea por unos minutos. Pero la realidad, su realidad, distaba mucho de aquello.

Su mirada volvió a centrarse en las personas y fue cuando lo vio. Jung Hoseok se veía realmente bien en camisa y pantalón de traje. Jungkook sabía que su atuendo correspondía a que había tomado el primer vuelo luego de un seminario que estaba dictando en una de las universidades de Atsy y que por lo tanto no había tenido tiempo de cambiarse.

De todos modos no importaba, Hoseok lo ponía ansioso, nervioso porque la mayor parte del tiempo quería impresionarlo para que no lo vea como alguien tan menor, como el mismo Hoseok decía una y otra vez. Y Jungkook sabía que era mejor alejarse, no verlo como un posible romance pero, y aunque trataba, las cosas no eran tan sencillas cuando estaba cerca de él. Podía tolerar sus mensajes de texto, las frecuentes llamadas en vídeo pero no estaba seguro si iba a poder resguardar su corazón ilusionado al tenerlo tan cerca.

Finalmente las puertas se abrieron y Hoseok caminó hacia él a paso seguro con una confianza avasalladora. Se veía notablemente cansado y Jungkook tuvo que empuñar sus manos para no correr hacia él y abrazarlo.

-Lo siento, demoré demasiado.

Jungkook negó, tragó la angustia que sentía desde que Seokjin hubiese caído al hospital y se giró para poder salir del aeropuerto.

-Llegué hace un rato, no te preocupes.

Avanzó a paso seguro pero sus piernas se sentían débiles, necesitaba calmarse para poder seguir haciendo el fuerte papel que estaba desempeñando frente a su hermana, su padre y Jimin. Tenía que ser la fortaleza de ellos, esa era su más grande misión. No podía fallarle a Seokjin.

-Jungkook.

Su nombre dicho por el hombre que removía todo dentro de él le hizo detenerse justo frente al Audi de Seokjin. Se giró y sin expresión alguna en su rostro miró al castaño.

-Hay mucho tráfico a esta hora... Debemos ir.

-Lo sé, pero ahora mismo quiero saber cómo estás.

-Estoy bien... Podría estar mejor ya sabes -Jungkook se rio entre dientes aunque sin humor alguno.

-Conmigo no tienes que hacer el papel de fuerte, lo sabes, no solo vine por Jimin.

El corazón de Jungkook latió fuerte, la ilusión corriendo por todos lados sin que él pudiera controlarla.

-Estaré bien, solo estoy un poco cansado.

Rain (KSJ x PJM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora