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Jimin dejó caer su cuerpo sobre el sofá de su recién rentado departamento y suspiró cansado. Había perdido todo su viernes por la noche ordenando su nuevo lugar y un poco de ese sábado en acomodar lo que había comprado para que el departamento se viera un poco habitable. 

No le importaba realmente si los muebles estaban allí desde antes y que él solo tuviera que comprar lo básico. No le importaba porque él no quería echar raíces en Rain, ese no era su lugar, esa ciudad lo asfixiaba. 

Sólo  meses y él podría volver a su real vida, a la que había elegido años atrás y en donde pensaba hacer una vida hasta hacerse abuelito. 

Una sonrisa triste se alzó en sus labios. Jimin odiaba estar en Rain, no era un lugar para él ya que los recuerdos del pasado lo atormentaban cada vez que salía de casa, cada vez que caminaba fuera del hospital y veía los mismos lugares que él había recorrido alguna vez con él.

Cerró sus ojos y dejó descansar su cabeza en el respaldo del cómodo sofá, no quería estar allí sin embargo tenía que hacerlo porque no era un mal hijo, después de todo su padre lo había educado y él tenía el deber de cuidarlo en sus peores momentos como muestra de gratitud y porque también deseaba hacerlo.

El rubio se levantó finalmente y dejó de darle vueltas al asunto por lo que entró a su baño personal y se duchó rápido, luego de estar completamente seco y también su cabello se puso un jean azul claro, camiseta blanca y su chaqueta de jean también azul claro. No le temía a la lluvia, por lo que podía llover todo el jodido día, él se iba a poner su ropa favorita de todos modos. 

Caminó de vuelta a la sala decorada mínimamente y tomó su celular, revisó los mensajes y su corazón saltó en su pecho al darse cuenta que tenía 5 llamadas perdidas de su hermana menor, Jiwon. Un estremecimiento lo recorrió pensando lo peor, pero no devolvió las llamadas, sea lo que sea quería verlo con sus propios ojos. 

Cerró su puerta detrás de sí luego de tomar su billetera y las llaves del departamento. Tomó el ascensor con su estómago apretado porque quizá su terquedad le iba a quitar la oportunidad de despedirse de su padre como debía, pero Jimin había necesitado ese tiempo fuera, lo había necesitado para respirar, para poder rearmarse y armar las piezas rotas de su corazón. 

Caminó hasta la calle principal y tomó el primer taxi que paró, definitivamente tendría que comprarse algún vehículo para transitar por la ciudad. Cuando se acomodó en el asiento trasero le dio la dirección al chófer y a medida que se acercaba a la exclusiva villa en la que había nacido su respiración se hizo irregular. Entrelazó sus dedos para calmarse y trabajó en su respiración. Lentamente comenzó a relajarse y se dijo a si mismo que podía con ellos, que podía volver a aquella casa en donde todos le habían dado la espalda años atrás pisoteando aún más su traicionado corazón. 

Por su padre, lo haría por él, por el único Park que había sentido compasión por él, por su situación. 

El taxi se detuvo justo fuera de la propiedad y Jimin miró hacia la casa en la que había nacido y sintió ganas de vomitar, todo se veía igual que hace 5 años atrás y como no hacerlo si el único que siempre había sobrado en ese lugar había sido él. Seguramente y estaba seguro de eso, todos habían hecho su vida sin detenerse en ningún momento a pensar en él… 

Bueno habían dos excepciones a aquello, su padre y su hermana menor, Jiwon. Jiwon que solo tenía 17 años cuando él se fue de Rain se había puesto en contacto de inmediato con él haciéndole sentir de alguna manera comprendido y querido. 

Pagó el recorrido y se paró justo frente a la reja, era sábado pero aún así había una persona trabajando en el jardín delantero de espaldas a la calle. Jimin dio un paso más y aclaró su garganta, el nombre arrodillado en la tierra se giró de inmediato y el rubio abrió sus ojos grandes al reconocerlo. 

Rain (KSJ x PJM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora