Rain (KSJ x PJM)

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El edificio donde Jimin había vivido los últimos años en Atsy era la cosa más lujosa que Seokjin hubiese visto alguna vez. Con columna enormes en la entrada y hasta un mayordomo en la puerta el lugar gritaba lujo por donde sea que mirara.

Más tímido que lo habitual Jimin se mantenía en silencio mientras Seokjin miraba la increíble vista.

—Bonito, muy bonito.

Jimin asintió —si... Me quedaba cerca del hospital.

—Está muy central, ¿por eso no tenías automóvil?

Jimin se encogió de hombros —salía mucho de fiestas, más que nada por seguridad.

—Lo imaginé —Jin lo acercó pasando su brazo por la cintura de su novio. Cuando lo tuvo muy cerca deslizó sus labios por su mejilla haciendo que Jimin cerrara sus ojos —este lugar es exactamente como te ves, como te veo. Lujoso, elegante y totalmente fuera del alcance de cualquier tipo, incluído yo.

Jimin abrió su boca para responder pero Seokjin se adelantó y lo tomó de la mejilla para besarlo. Sonrió en el beso cuando Jimin suspiró y lo probó un buen momento antes de dejarlo ir.

—No fui tan elegante cuando te conocí.

—Tienes razón pero ahora que el tiempo ha pasado me pregunto si me hubieses mirando más de dos veces.

El rubio parecía pensar mientras lo miraba, su precioso rostro iluminado por los rayos del sol, era un día muy soleado y Seokjin estaba seguro que la mayoría del tiempo era así. Lo cual era tan diferente a Rain si tenía que comparar ambos lugares.

—Te hubiese mirado, créeme.

Jin sonrió, le guiñó un ojo e inmediatamente tomó con su mano libre la de su novio y en la otra su maleta que arrastró para comenzar a caminar.

—¿Me vas a invitar a entrar o no?

—Claro que sí, no es la gran cosa. Ya verás.

Seokjin se rio bajito cuando un hombre de mediana edad los saludó con una reverencia y abrió las puertas de vidrio. La decoración clásica le dio la bienvenida cuando entraron a un vestíbulo. Cuadros, adornos de pared y estatuas fue lo primero que apreció pero no por mucho ya que Jimin tiró de su mano para seguir caminando.

Detrás de un lindo mesón de madera oscura una señorita les sonrió de inmediato cuando los vio, tenía un peinado clásico, le recordó a las mujeres de las telenovelas que veía con su madre cuando era niño. El pensamiento fugaz de su madre le hizo hacer una mueca de desagrado, Jimin lo miró curioso y él le sonrió a cambio sin querer arruinar su presente.

—Buenas tardes, soy Park Jimin, llamé hace un par de días.

—Oh... Buen día, señor Park —ella sonrió aún más amplio. —la suite está lista, se hizo todo lo que pidió espero sea de su agrado.

Seokjin miró a Jimin de inmediato, ¿su novio vivía en una suite?

—Gracias. —Jimin tomó su maleta y comenzó a caminar. Seokjin lo siguió de inmediato.

Entraron al ascensor y su prometido pulsó el primer botón del tablero, puso una clave de seis dígitos y las puertas se cerraron. Una suite, Seokjin aún no salía de su sorpresa.

—Dilo —murmuró el rubio.

—No tengo nada que decir.

Jimin suspiró a su lado mientras el ascensor comenzaba a subir. Seokjin miró la pequeña pantalla todavía sorprendido.