20 Un paso hacia la verdad💖🔥

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Estaban tumbados en el piso del baño

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Estaban tumbados en el piso del baño. Jared yacía montado sobre el enorme hombre color ébano, que se deleitaba observando sus gestos de placer mientras tocaba cada parte de su torso. Azali era muy grande, y a Jared le encantaba su tamaño. Amaba verse a sí mismo aguantar ese monstruo y cabalgarlo. Azali lo sujetó del rostro y lo llevó hacia él. Apoyó las plantas de los pies en el piso y levantó su pelvis a toda velocidad.

—Sí, teniente, así es como se hace —gimió Jared. Entretanto, ambos enredaban sus lenguas en un beso cruento y desparramaban caricias en cada parte de sus estructuras.

Azali ni siquiera sabía que los gais podían ser versátiles. Para él el activo siempre debía serlo. Por ello, la primera vez que vio a Jared preparándose con detalle para su miembro, apenas entendía lo que este pensaba hacer hasta que se sentó sobre él.

Jared era un pérfido al que le gustaba gozar de los bajos instintos.

Azali creía que él era diferente. Craso error.

—Golpea ahí más duro. Vamos —musitó Jared sobre su boca antes de capturar sus labios de nuevo. El agua se deslizaba por su espalda. El cosquilleo hacía que la excitación fluyera mejor en sus cuerpos.

Jared se irguió sobre ese magnífico hombre y comenzó a saltar mientras agarraba su pene y lo jalaba. El teniente aceleró el vaivén para darle a su amante lo que necesitaba. El orgasmo lo golpeó con dureza, logrando que se desmoronara sobre él, que todavía embestía hasta venirse en su interior.

—¿Extrañarás esto cuando me dejes, teniente?

Azali tragó saliva y deslizó sus manos desde la espalda hasta las nalgas perfectas.

—¿Qué pasa? ¿Te estás poniendo melancólico?

—Ya quisieras —lanzó Jared con una sonrisa seductora y bajó del potro que había montado por una hora.

Las piernas le temblaban. El piloto nunca admitiría que tomar a Azali era una tarea titánica, así como tampoco el teniente dejaría entrever lo que le pasaba a su cuerpo en cada sesión amatoria. Ambos se sentaron en el piso un segundo, observándose, mientras el agua lavaba el desastre que habían dejado.

—Tu hermano ha estado llamándote —dijo Azali incapaz de contener su boca.

—¿Qué?

—El número que aparecía en la pantalla de tu celular cuando viniste a la ducha conmigo.

Jared se arregló el cabello, peinándolo hacia atrás.

El silencio los envolvió como tantas veces, pero esta vez se sentía incómodo. Azali y Jared eran de hablar poco. Quizá ser introvertidos emocionalmente era lo único que tenían en común, además de una química sexual increíble.

—Lamento no decirte.

—Jamás me ha llamado. ¿Tan desesperado está?

—¿Por qué no dejas de hacer conjeturas y lo averiguas?

IAN - T.C Libro 2 (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora