Aidan.
Las vacaciones se acabaron y es momento de regresar a la realidad, ya no es un secreto el embarazo de mi Luna, hoy es 2 de enero y ni siquiera noté cuándo empezó a crecer la protuberancia en el vientre bajo de Luz.
Cualquiera ni siquiera lo notaría, pero yo conozco su cuerpo y sé que se ve diferente.
El pueblo me recibe y mis vehículos son reconocidos por todo el mundo, ya que me abren el paso a medida que avanzo por las calles.
Al llegar al consejo, el chofer es quien me abre la puerta, bajo arreglando mi traje y me encamino hasta la reunión que me espera con Luz tomada de mi brazo.
No habla mucho, porque es muy temprano y a estas horas lo único que según ella necesita es un café, pero Deylin dijo que no es recomendable y terminé por sacarlo de la casa por tiempo indefinido.
—Marca la reunión como iniciada —demando apenas entro.
—Alfa — todos saludan al mismo tiempo y dan una corta reverencia.
Tomo asiento en la cabeza de la mesa con lo mío sobre mis piernas.
—Mi luna espera nuestro próximo alfa real —voy directo al punto y el aviso los pone a todos de rodillas frente a ella —Este bebé es mi descendencia y todo lo mío le será cedido cuando cumpla 16 años.
—Es una buena noticia que por fin tengamos un heredero —responde Alana al tomar asiento —Esperamos que la diosa luna los bendiga y que ese bebé reine con la misma justicia que usted lo hace.
—Se le será cedido todo si cumple con lo que un alfa necesita —habla uno de los hombres.
—¿Qué es todo lo que un alfa necesita? —pregunta Luz.
—Ser inteligente, seguir nuestras costumbres, rendir pleitesía a nuestra diosa, ser tan fuerte como cualquiera de nuestros mejores hombres, justo y dedicado a su manada.
—¿Tan fuerte como cualquiera de sus mejores hombres? —está ofendida y ya veo como se hincha su pecho con todo lo que quiere soltar.
—Sí.
—Entonces, espero que sea mujer... Así será mejor —responde mi luna airosa.
—Una mujer no podría ser alfa real, no tiene la fuerza y la capacidad para gobernar un reino como este —lo que responde la hace estallar y siento que en cualquier momento le va a sacar los ojos.
—¡Eres un...!
—¡Silencio! —aprieto su cintura temiendo que se convierta en una gata y mandó a sacar al viejo de la sala.
Ella cruza miradas conmigo y veo el claro brillo de preocupación en sus ojos... Siempre he sido consciente de las cosas que implica ser un alfa real.
Pero, también estoy seguro que lo que venga de mí será muy bueno...Luz es más que un plus, lo que sea que venga de ella será poderoso.
—Alfa, no quisiera incomodar, pero Antonio no se equivoca, necesitamos a alguien capaz para que nuestro reino confíe en que su alfa real los protegerá.
—Y así será —coincido —Lo hará independientemente de su sexo.
Guardan silencio y puedo sentir el peso del aire... Una mala respuesta y cambiaré de consejo en unas horas.
—Como diga— la mujer suelta un suspiro resignada —Esperamos con ansías la noticia y luna, le deseamos un embarazo tranquilo.
—Les enviaré un correo cuando sepa qué es —me pongo de pie y salgo con Luz que parece haber visto un fantasma, no habla hasta llegar al auto.
—Las cosas se complican cada vez más, mi bebé ya tiene el futuro planeado y ni siquiera ha nacido —empieza a llorar y me preocupo tomando sus manos —Y es un asco de futuro.
—El futuro es incierto —le recuerdo.
Suelta una risita seca y se cruza sobre la palanca de cambios para abrazarme.
Luz.
A mitad de la tarde recibo a Arthur que esta vez viene más calmado y sin ánimos de crear una boda en dos días.
Juntos elegimos la fecha nueva y un lugar entre los jardines que se mezclan con el bosque, elige una fecha para prueba de pastel, otra para prueba de vestido y me muestra millones de fotos con dos mil cosas distintas.
Termino cansada y la falta de café me pasa factura con el dolor de cabeza que me sume, voy derecho a mi habitación y después de una rica ducha me dejo ir sobre la cama.
No es nada lo que duermo cuando alguien tira de mi brazo y no necesito ser adivina para saber quién es cuando mete la cara en mi cuello.
—¿Qué pasó? —me quejo sin abrir los ojos.
—No puedes dormir sin cenar, Deylin dijo que no podías saltarte ninguna de tus comidas.
—Estoy muy cansada —intenta sentarme y estiro las piernas enojada — Déjame.
—Ten cuidado si me pegas —advierte.
La posición en la que estoy es muy incómoda y aún así la cucharada que lleva a mi boca me hace abrirla levemente.
—No tienes fuerzas, porque no comes desde el mediodía. ¿Merendaste?
—No había café.
—Pero... —se enoja también y suelta un respiro antes de mirarme con desaprobación —Fruta, Luz, eso era lo que ibas a merendar.
—Sin café en las mañanas, sin café en las tardes ¿Vas a matarme? ¿Solo me necesitabas para tener esta bebé?
—¡Te estoy cuidando! —grita exaltado —quiero que comas todo lo que pido que te den, por favor y que ya dejes de pensar en café, eres dependiente de esa bebida.
Refunfuño y le quito el tenedor para empezar a comer sola; se frustra y se va al baño, minutos después escucho el sonido de la ducha.
«NO desayunos con cereales procesados, NO cafeína de ningún tipo, NO ejercicios de fuerza, NO ropas muy ceñidas de mi cintura».
Pronto me meterá en una cajita de cristal para que no haga nada, me llevará a todos lados para asegurarse de que haga lo que él dice y me va a atiborrar de comida cada segundo.
Millones de gracias por leer a todas, he hecho este capítulo corto con mucho amor.
Feliz cumpleaños a las lectoras del mes de agosto, principalmente a RociioTorrez
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Entre las garras del alfa©
WerewolfDespués de 2 años, Luz y Aidan vuelven a encontrarse. ¿Ella? Más madura ¿Él? Muy amargado. ¿Qué tan peligrosa puede ser una loba que ni siquiera ha logrado transformarse? Pues, parece que no lo suficiente para librarse de un alfa resentido. Ella des...