Luz.
Anastasia nunca traicionó mi confianza, nunca hizo nada para dañarme, incluso cuando maté a su madre.
La había invitado a cenar en navidad hace 3 años, solo que nunca vino. Ya no estaba segura si me había perdonado, o si había decidido sacarme de su vida o si me guardaba rencor.
Quería saber, es cierto, pero no en mi casa, no con Ayla aquí.
—Vayamos a caminar —sugiero.
Recojo mi abrigo antes de salir detrás de ella.
—He estado visitando la academia desde hace más de dos meses para reunirme con un equipo de estrategas que me han ayudado a estudiar su antiguo territorio, hace unas semanas atrapamos un vampiro que estaba cruzando el muro de aquí para allá.
Me gusta que no deje tiempo a silencios incomodos y vaya directo al punto.
—¿Qué hacia uno de ellos en mi territorio en primer lugar?
—No lo sé, pero no es el primero y no es la primera vez, algo me dice que han estado observándote por la trayectoria que este llevaba.
—¿Lo interrogaron? Ni Joel, ni Deylin me han llamado.
—Lo interrogué —mete las manos en su abrigo y no paso por alto que este parece ser muy caro —Tuvimos que cortar sus colmillos para que se dignara a hablar y confesó que seguían dentro de su castillo antes de morderse la lengua y morir.
—Son toda una raza, el castillo es grande, pero ahí no van a caber.
—Lo pensé, pero no creí que podría mentir en su posición y fui a investigar.
—Mis equipos han revisado ese lugar cientos de veces y solo hay escombros.
—Es cierto, pero intenté acercarme al castillo y está bloqueado con un campo de fuerza.
—Un vampiro no puede hacer esas cosas —no alcanzo a pensarlo bien cuando ya lo estoy diciendo.
—Pero si una bruja —repetimos al unísono.
—Hay un aquelarre en Estados Unidos, Salem. Trate con muchas de ellas y sé de lo que son capaces, pero si de algo estoy segura es que no trabajan para lobos o vampiros.
—Una bruja profeta fue quien me dijo que estaba embarazada ¿Estás segura de que no lo hacen?
—¿Una bruja profeta? —asiento y detengo el paso cuando siento que nos hemos alejado lo suficiente —Esas son muy raras de ver, son solitarias y ver el futuro es su única magia, se mantienen en las profundidades de los bosques, porque son horrendas.
—Entonces, ya no sé de qué hablas, es la única bruja que he visto por aquí.
—Ellos podrían tener una bruja presa ayudándolos, también noté que es imposible cavar allí, eso me hace creer que no están dentro del castillo, solo tienen una entrada allí que lleva a su verdadero escondite. Una ciudad subterránea.
—Por eso protegen el castillo y la tierra —concluyo «Nunca se movieron de lugar».
—Creo que el alfa puede estar ahí.
—Viajaremos en la mañana, vas a venir conmigo —demando.
Asiente y guarda silencio, lo que me hace soltar un fuerte resoplido.
—Sabes que lo siento mucho —murmuro mirándola a los ojos —Si pudiera devolver el tiempo, le diría a mi yo pasado que matar nos oscurecería el alma.
ESTÁS LEYENDO
Entre las garras del alfa©
WerewolfDespués de 2 años, Luz y Aidan vuelven a encontrarse. ¿Ella? Más madura ¿Él? Muy amargado. ¿Qué tan peligrosa puede ser una loba que ni siquiera ha logrado transformarse? Pues, parece que no lo suficiente para librarse de un alfa resentido. Ella des...