XIII pt.2

152 20 2
                                    

Empezó siendo un simple recluta, aprendiendo técnicas basicas de autodefensa, y ejercitandose en el gimnasio que aquella empresa, o mejor dicho, mafia poseía en una de las tantas sedes en todo el país. Y si, le sorprendió demasiado cuando se enteró, pero si pertenecer a una mafia era lo que tenia que hacer para poder sobrevivir, eso haría.

Ya habia aceptado y no habia vuelta atrás.

Pero si iba a pertenecer a una mafia, debia prometerse a si mismo que nunca tocaría ni abusaría de alguien inocente. No se lo perdonaría, porque él podia convertirse en todo, menos en alguien como su padre.

Los primeros años en la sede fueron casi un infierno, los entrenamientos eran arduos, se levantaba a las cinco de la mañana y regresaba a su habitación (la cual era compartida con más reclutas) más tardar a las doce de la noche.

Durante esos años aprendió muchas cosas sobre el mundo en el que se había introducido; sobre Armas, enemigos, altos mandos, y muchas cosas más.

Había destacado entre los reclutas por su inteligencia, fuerza y su forma de crear estrategias que dejarían a sus contrincantes tirados en el piso sin consciencia.

Con esfuerzo y dedicación se convirtió en uno de los mejores reclutas para cuando cumplió sus dieciocho, y fue entonces cuando se le encomendó su primer trabajo.

Nada del otro mundo, planear una entrega de mercancía sin llamar la atención, y de ser así, idear un plan de escape.

Pero Minho no se conformó con solo eso, y ahí fue cuando hizo la diferencia entre todos los demás. Ideó un plan, si. Pero no solo para entregar mercancía, sino, uno donde ellos no entregaran algo y recibieran mucho más.

Ahí se llevó su primera victoria, y tras ellas muchas más. Se ganó la confianza de sus superiores y el respeto de muchos. Y como era de esperarse, con el paso del tiempo sus trabajos pasaron de hacer planes en la sede, a llevarlos a cabo él mismo.

A los veinte años llevó a cabo su primer asesinato, su objetivo era un empresario que tenia un negocio de trata de blancas en secreto. Su plan era infiltrarse a una reunión de negocios, y envenenar su bebida.

Minho nunca le había quitado la vida a alguien, y a pesar de que los últimos años había entrenado para hacer aquello, era muy diferente el pensarlo a realizarlo. Durante la misión intentó mentalizarse para el momento, y le fue muy difícil, pues los traumas y recuerdos del pasado eran muy difíciles de evitar.

Era una encrucijada que le podía costar la vida. Pues si no cumplía aquella misión, sería desterrado de la mafia y con ello,muy probablemente asesinado.

Pero se preguntó, ¿En serio se convertiría a su padre? Pues si lo veía de un punto de vista diferente, estaba ayudando a muchas personas que eran víctimas de trata de blancas.

Estaba haciendo un bien.

No iba amatar a alguien inocente. Y no pudo evitar comparar a aquel hombre con su padre, ¿Cuál era la diferencia? No había ninguna, ambos mataban por diversión y sin remordimiento, ambos eran seres que no les temblaba la mano para arrebatarle la vida a un inocente.

Y a él tampoco debería temblarle la mano al hacerlo.

La mision terminó siendo un exito.

Meses después, torturó a alguien por primera vez. Tenían que descubrir una sede donde creaban una droga que podía llegar a ser mortal, pero que no dejaba rastro alguno de su uso, ¿el objetivo principal de la droga? Ayudar al asesinato de gente inocente en bares y clubes, entre ellos mujeres.

Ahí fue cuando conoció a Bangchan, Changbin y Felix. Quienes lo acompañarían durante la investigación y quienes lo ayudarían a conseguir información de la fábrica. Felix fue el encargado de distraer al informante, llevarlo a un hotel y drogarlo.

REO 《MinSung》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora