XXIX

143 19 18
                                    

Abrió los ojos con pesadez, notando lo difícil y complicada que se le estaba haciendo aquella simple acción. A lo lejos escuchaba un constante pitido a su derecha, pero de resto todo era silencio.

Cuando por fin pudo abrir los ojos por completo, vió la habitación blanca en la que se encontraba, con una ventana a su derecha que iluminaba todo el lugar con una tenue luz que al comienzo le molestó en los ojos hasta que se pudo acostumbrar.

Se vió a si mismo acostado en una camilla, y se preguntó qué había pasado, no pudiendo recordar claramente qué lo había llevado a aquella situación.
Un punzante dolor en su abdomen y clavícula le decían claramente que nada bueno le había sucedido, por lo que siguió intentando recordar, pero unos pasos detrás de la puerta a su izquierda llamaron su atención y esperó expectante a que aquellas personas entraran.

La puerta se abrió y de allí entraron BangChan, Felix y ChangBin, un suspiro de alivio salió de su boca, pues al menos las primeras personas que vería son conocidas.

Los tres lo miraron con sorpresa cuando lo vieron despierto, segundos después Felix salió de nuevo por la puerta, llamando por lo alto a un doctor.

— Por fin despertaste — BangChan se acercó a la Camilla, sonriéndole. — Pensamos que nunca la harías.

— Hierva mala nunca muere dicen por ahí — su voz salió ronca y rasposa, supuso que por las horas sin hablar. — ¿Cuánto tiempo llevo dormido?

— Dos días— respondió ChangBin — Pensamos que tendríamos que trasladarte a la prision dormido — suspiró — El tiempo límite para estar afuera es hasta hoy, sino, seremos carne para los policías.

Minho asintió lentamente sentándose en la camilla lentamente con cuidado de no hacer movimientos bruscos.

— ¿Qué sucedió? — preguntó con duda.

— Oh, el doctor dijo que no recordarías todo en el momento que despertaras, dijo algo como que el cerebro tenía que procesar las cosas o algo así — ChangBin se encogió de hombros restándole importancia — en un par de horas deberías haber recordado todo, pero básicamente te hirieron en la misión y tuvimos que correr a salvarte como el buen equipo que somos.

Dicho eso recibió un golpe en su costado por parte de BangChan, y seguido de eso carraspeó.

— La mision fue un éxito y eliminamos todas las sedes de la mafia enemiga, pero el jefe y el hijo escaparon. — Minho asintió recordando un poco de lo que había ocurrido, los disparos y explosiones, él corriendo al punto de encuentro y la radio-

Abrió los ojos con sorpresa y giró a mirar a sus dos amigos — ¿Han sabido algo de Jisung? El- Ayer- en la radio-

— Ahora que lo mencionas — lo interrumpió Bangchan y se cruzó de brazos— Antes de que cayeras desmayado mencionaste a Jisung — Lo miró insinuante. — Debe traerte loco como para que pienses en él en esa situación, incluso mira, lo acabas de mencionar— bromeó recibiendo una mirada mordaz por parte del pelinegro.

El mismo carraspeó, tomando un vaso de agua antes de hablar — Anoche hablé con él por la radio— los otros dos lo miraron sorprendidos, no esperando aquello, ¿Cómo era posible? — No estoy seguro cómo fue que consiguió una radio, pero lo único que se me ocurre es que la haya conseguido en nuestra área de descanso.

— Wow, ese chiquillo nunca se queda quieto — rió ChangBin, tomando asiento en uno de los muebles.

Seguido de eso un hombre con bata y lentes entró por la puerta, los miró a todos e hizo una reverencia antes de acercarse al peli negro en la camilla, acomodándose los lentes.

REO 《MinSung》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora