XXXIV

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Mientras comían el atisbo de una voz se hacía escuchar en su cabeza y le impedía mantenerse centrado en lo que tenía enfrente, a penas había tocado su comida y solo jugaba con ella mientras tenía su mejilla apoyada en su puño.

Últimamente se le hacía más difícil concentrarse en presencia de Jimin por culpa de aquellos susurros extraños a los que no les podía encontrar pies ni cabeza, simplemente eran sonidos sin sentido que no formulaban alguna palabra coherente a pesar de que sonaran como si le estuviera diciendo algo.

A este punto, ya se había resignado a ser molestado por ellas, pero siempre llegaba un momento donde su cabeza empezaba a doler y debía tomarse su tiempo de respirar e intentar calmar su mente.

Su apetito estaba completamente cerrado, y la conversación que había tenido con Minho no había dejado su cabeza por un segundo lo cual tampoco permitía que tuviera descanso, de vez en cuando miraba a Jimin de reojo sentado a un lado, pero sin prestarle verdadera atención.

— Hannie — su mano que movía el tenedor en la comida se detuvo y alzó su mirada para posarla en el peli rosado que lo había llamado, sacándolo de su burbuja.

Se mantuvo callado, esperando que el otro prosiguiera con lo que quería decirle. En eso, vio como el otro dudaba antes de hablar, manteniendo su voz baja.

— ¿Hablaste con.. ya tu sabes.. Lee Know?

¿Que si había había hablado con Minho? Si, pero no era algo que verdaderamente calmara su mente en cuanto a Jimin. Cada segundo que pasaba no paraba de pensar en las palabras del mayor.

"Protegerlo", por más que haya intentado encontrarle la mentira a aquello, no podía hacerlo. Hubo muchas ocasiones donde el mayor pudo simplemente dejarlo a su suerte, o incluso lastimarlo. Pero no lo había hecho, en cambio, lo había ayudado incontables veces que ya no sabía cómo devolverle el favor.

Pero entonces, si tanto lo había ayudado él, ¿por qué estaba desconfiando ahora?

"Es un asesino experimentado y manipulador"

Miró a Jimin fijamente durante unos segundos, sus facciones eran serenas y le dirigía una leve sonrisa amistosa, tenía el aura de alguien inocente que no le haría daño a una mosca.

— Si — respondió siguiendo con detenimiento los movimientos del otro, que se detuvieron por un segundo.

— ¿Te dijo algo? ¿Vas a alejarte de él?.

— Hablamos un poco, pero no me alejaré de él, entiendo que ustedes no se lleven bien, pero no puedo desconfiar tan a a ligera de Minho, el me ha ayudado incontables veces, no puedo simplemente.. dejarlo. — Mantuvo su vista fija en el mayor.

No sabía si era el recuerdo de la conversación que tuvo con Minho lo que le estaba haciendo dudar tanto en esos momentos, o si su desconfianza se debía a aquella voz que no dejaba de molestarlo, pero la constante necesidad de desconfiar no lo había dejado desde que se encontró con Jimin en la celda.

Inconscientemente se mantenía a la defensiva al rededor del peli rosado, por más que intentara calmar su mente, no se le era posible.

— ¿Estás seguro? ¿No te esta usando? Ya sabes cómo son las personas acá-

— Él no es así, Jimin Hyung. — interrumpió.

— Pero ya lo viste, me golpeó solo porque soy tu amigo — Jimin lo miró con el ceño fruncido, señalando el moretón en su mejilla que ya tenía tonos verdes. — Creo que deberías alejarte antes de que los golpes vayan dirigidos a ti.

"Si hay algo que menos quiero en este momento, es hacerte daño."

— El no hará eso. — respondió con seguridad, a lo que Jimin bufó.

REO 《MinSung》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora