Siblings AU

XXX

—¡Ya lo he decidido! Una vez que termine la Conferencia de la Alianza Inmortal, le diré mis sentimientos a mi shijie.

—Bien por ti, shixiong. ¡Esta es mi primera conferencia! ¡Daré lo mejor de mí para honrar la memoria de mi padre!

—¡Yo también! El espíritu de mi madre que está en los cielos se regocijará al ver a su único hijo como un gran cultivador.

Shang Qinghua gruñe y se desvía del camino sin mirar a esos discípulos. Camina más rápido, pero es imposible escapar de las voces emocionadas de los jóvenes.

No. No jóvenes. Personajes. Son personajes. Son carne de cañón nada más.

Se dice, intenta recordar que esto no es real. Esto. No. Es. Real.

Camina hasta alejarse de toda la algarabía y finalmente se esconde entre los arbustos. Shang Qinghua colapsa con un gruñido inarticulado y se tapa la cara con las manos. Su grito es algo amortiguado hasta que su garganta se quema.

Esto no es justo, él tenía un plan, un sencillo plan: nunca mirar alrededor y sobrevivir. Pero nooo, tenía que aparecer ese tonto trasmigrador de ideas moralistas.

—¡Maldita sea!— Se ve sorprendido por su propio grito, y luego rápidamente enojado, sus mejillas se hinchan mientras levanta las manos antes de engancharlas en su cabello, con expresión atormentada. —¡Estaba bien! No muy bien, claro, pero considerando las circunstancias, ¡lo estaba haciendo bastante bien! ¡Y luego viene ese tonto con su maldito complejo de culpa y tiene el descaro de infectarme como un virus de los sentimientos! ¡Y ahora! ¡Y ahora me siento mal y lo odio!

Porque esos jóvenes que vio, aquellos que escuchó sobre sus sueños o esperanzas morirán en menos de veinticuatro horas.

No es justo, no es justo que justo en este momento sienta lo que es el remordimiento.

Porque justo después de aquella reunión con Shen Qingqiu, hubo un huracán en su interior: destrozó todas las salidas posibles y le quitó el velo de la apatía, obligándolo a mirar con detalle a estos jóvenes, a estos personajes, a este mundo solo para concluir que sí, sí es cierto.

Esto se siente real. Tan real que da miedo.

Y ver que aquellos personajes piensan, viven, sienten es... devastador.

Shang Qinghua vuelve a plantar su rostro entre sus manos y gime.

Esto está mal. Y no tiene muchas opciones ahora para retractarse, porque a pesar que da miedo a esta realidad también le teme a la muerte.

Respira profundo, manteniendo un ritmo nada regular. Aún así, después de unos minutos de crisis existencial se atreve finalmente a alzar su vista, limpiarse el rostro y salir del arbusto, arreglándose la ropa para enfrentar su destino.

Los cultivadores novatos se preparan, algunos se colocan en una plataforma de piedra natural, otros revisan sus espadas o dispositivos espirituales y algunos pocos se ajustan la pulsera en sus muñecas para llevar el conteo. Shang Qinghua vislumbra una torre alta en la entrada, destinada para aquellos inmortales que no participan en la Conferencia y sólo desean observar.

Puede ver algunos líderes de secta de la montaña Cang Qiong y sus respectivos discípulos principales para las últimas indicaciones o simplemente para hacer presentaciones formales, así que no es de sorprenderse cuando logra ver a Shen Qingqiu junto con Ning Yingying y Luo Binghe.

Shan Qinghua todavía no se acostumbra a ver esta divergencia de tener dos discípulos principales en el Pico Qing Jing, sobre todo porque nunca antes se había visto tener dos discípulos principales. En este mundo tan extraño ha ocasionado un desarrollo complejo en las relaciones y una evolución en los caracteres, sino solo es cuestión de ver a estos dos jóvenes: