XVII

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Todo en él se rompe en desagrado y rencor. Él creyó que había un lugar seguro, un lugar donde sus hermanos podrían descansar del mundo y de la miseria ¡Mentira! Ahora sólo queda el temblor en sus manos y una corriente de ira en sus entrañas que lo obliga a enfrentarse al líder de secta.

—Wei Ying...

—Agradezco la hospitalidad—Es todo lo que dice. Hace una reverencia, pensando qué métodos podría utilizar para llevarse algo de valor y empeñarlo para irse de este muelle—. La generosidad del clan Jiang siempre la recordaré.

No es mentira, él no lo olvidará ni tampoco olvidará que Jiang Feng Mian no hizo acto alguno para detener a los guardias y golpear a Binghe cuando vieron la sangre de Madam Yu en el suelo, aun cuando era evidente quién era el culpable. Wei Ying da media vuelta; debe buscar a sus hermanos, pensar en un plan y huir de aquí.

—Wei Ying. Si te vas, no podré ayudarte—El niño se detiene, analizando las palabras del líder del clan Jiang. El hombre avanza un poco—. Sé razonable, por favor. Tu hermano menor está herido y Luo Binghe, él... él está indispuesto.

Se dice que una persona debe morderse todas las palabras y caminar con sigilo, cubriendo las rendijas, ocultando todas las debilidades. Wei Ying ha cometido un error al poner en evidencia su afecto hacia sus hermanos. Cierra los ojos, aprieta los puños y maldice su suerte porque todo lo que está diciendo este hombre es verdad.

Si ellos se van, serán una presa fácil.

La situación con el clan Jiang es delicada. Los ancianos y los discípulos de la secta miran con rencor a los hermanos por haber lastimado a Yu Ziyuan. Si ellos se van de Yuumeng, no faltará alguien quién se atreve a hacer justicia bajo su propia mano.... Si ellos se van, Wei Ying duda que los tres sobrevivan, ¿a eso se refiere Jiang Feng Mian?

Hong-er apenas se puede mover debido a los latigazos. Con horror, Wei Ying recuerda la carne lastimada y las supuraciones en la espalda del pequeño niño. Y Binghe-gege, él está al borde de una desviación de qi. Es posible que su mano se salve con la medicina adecuada, medicina que el líder del clan Jiang ha ofrecido como oferta de paz.

Wei Ying respira profundamente.

En esta brava inmensidad de caos, ¿qué es él? Wei Ying mira sus manos, están limpias y levemente tersas. A comparación de Binghe, su hermano tiene las manos llenas de callos, piel áspera, llena de cicatrices, evidencia de cómo él ha protegido a sus seres amados. ¿Y qué ha hecho Wei Ying? Exponerlos a un destino cruel, ¿no es cierto? Si tan solo se hubieran ido cuando Hong-er preguntó...

Realmente Jiang Feng Mian es un hombre astuto porque sabe todo lo que puede perder Wei Ying si se van.

'Si yo camino en un puente de un solo tablón en la oscuridad con tal de salvar a una sola persona, bien valdría la pena'.

Esa fue la última lección que su madre adoptiva le dio a Wei Ying, justamente cuando Hong-er llegó a sus vidas. Su madre dio tanto por él y por sus hermanos, ¿acaso él no debe hacer lo mismo?

Deja caer sus hombros, se da media vuelta para enfrentar al mundo. Se rinde y se maldice, se maldice por lo que es, por lo que no tiene, por lo que debe hacer.

Se inclina de nuevo ante Jiang Feng Mian. El líder de secta intenta decir algo, pero la voz de Wei Ying lo detiene:

—Mi padre, Wei Changze le sirvió a usted diligentemente— dice, escogiendo sus palabras con calma.

¿Es lícito permitir que se extinga esta servidumbre enferma que le fue heredada? Su padre fue un sirviente, él puede hacer lo mismo. Hay más posibilidades que sus hermanos estén a salvo si están bajo el cuidado de Jiang Feng Mian, y si el líder necesita una garantía para saber que Wei Ying (al menos él) nunca se irá de Yuumeng, que así sea.

Siblings AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora