XXXIII

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Hoy todo es distinto porque su cuerpo es un lamento gris de tierra, sin núcleo. Aún así, Wei Ying sonríe aliviado, las heridas de Lan Zhan se curarán pronto y de nuevo se convertirá en aquél Segundo Jade de la secta Lan. Tan justo, tan correcto, tan confiable. 

Y Wei Ying... 

Su presencia apenas si brilla, y fue suficiente para capturar la atención de los Wen cuando huía de la montaña después del trasplante. Aturdido, tuvo la necesidad de correr para que Wen Chao no se adentrara al bosque ni encontrará el escondite de LanZhan. Aún con su cuerpo marchito, Wei Wuxian todavía tiene la entereza de proteger, despistar y sacrificar.

Sensible al ruido y diminuto, no fue tan sigiloso como antaño. Respirando hondo y fuerte, Wei WuXian soporta el dolor de sus extremidades, sabe que es vulnerable y Wen Chao disfruta eso cuando lo lleva a otro lugar, lejos del bosque. Entre empujones, golpes y humillaciones,Wei Ying logra vislumbrar un acantilado oscuro y severo.

Lo arrojan al suelo sin nada de tacto, Wei Ying se recompone, apenas toma impulso y escupe en los pies de Wen Chao, su ofensa es otra patada en el vientre, lo deja sin aire, su cuerpo se retuerce por ese punto débil y aún así, Wei Ying no aparta la mirada.

—Wei Ying, siempre has pensado que no le temes a nada y que eres valiente y poderoso, ¿No? ¡Si pudieras verte! ¡Tan débil! ¡Tan estúpido! ¡Dime!, ¿quién es el poderoso ahora?

Wen Chao sonríe, atreviéndose a tomar la mandíbula del muchacho, apretando hasta dejar marcas.

Wei Ying solo sonríe por igual, chasquea la lengua y se encoge de hombros. 

—Definitivamente tú no. 

Wen Chao hace caer su puño.Wei Ying ríe, divertido. Su nariz no para de sangrar.

—Solo eres un niño que presume su mediocridad—Susurra Wei Ying, arrastrando las palabras y dejando que las gotas de sangre escurran por su rostro, aterrizando en el suelo. Sus cabellos ya hechos un desastre se erizan con el viento dando un aspecto más salvaje.—Tan inferior a mi que debes pretender que no tienes miedo o frustración cuando te enfrentas conmigo. Que infantil...

Ver a Wen Chao desmoronarse por sus palabras es divertido, sin misericordia suelta una risa. Y por un segundo, Wei Ying piensa que esto está bajo su control; porque los Jiang están a salvo, Lan Zhan estará bien, Binghe gege en su montaña y Hong er, él...

 —¡Me gustaría ver por cuánto más puedes seguir riendo cuando veas el cadáver de tu hermano ser devorado por los perros!

Wen Chao disfruta de su victoria cuando la risa se detiene abruptamente. 

Con esto, Wen Chao confirma por completo la existencia del hermano de Wei Ying. Nunca se supo demasiado, los rumores solo decían que había cierta deformidad en él. Sin embargo, cuando cazaron uno a uno a los discípulos de Yunmeng, entre sus intentos cobardes de sobrevivir, unos dijeron muchas cosas, entre ellas el autentico cariño que siempre tuvo Wei WuXian hacia su hermano menor.

Y ahora, al ver esta reacción..

Oh. Esto lo va a disfrutar mucho.

—Ese estúpido niño. Quiso buscarte como lo hizo ese manga cortada de la secta Lan—Wen Chao piensa con cuidado sus palabras, no sabe los detalles de ese hermano menor, pero el leve estremecimiento en los hombros de Wei Ying da una brecha para continuar.

Con una sonrisa engreída, endereza su figura, colocando sus manos en su espalda.

 —Llegó mucho después de asesinar al último lacayo de los Jiang, lo encontramos mientras buscaba entre los cuerpos de los discípulos. Quizás buscaba ya tu cadáver. Se enfrentó a algunos soldados, un chico hábil, sin duda... 

Siblings AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora