¡Alcanzar un alto rango! ¡Un alto rango! ¡Este año debo alcanzar un alto rango! Si lo consigo devolveré mi gratitud. Por favor, cúmplelo ya. Estoy esperando desde hace un año.
A la chica que me gusta le gusta mi shixiong, por favor, hazlo más feo, por favor, te lo ruego. Y si lo haces, yo... yo.... Tendré siete hijos en tu nombre.
Quiero que mi negocio prospere, por favor, ¡Oh, Príncipe heredero! Haz que fracase mi competencia y permíteme enriquecerme de eso.
¡Deseo un hijo! Quiero un hijo gordito y hermoso, por favor, por favor. Si me lo cumples, Yo... Yo lo obligaré a que sea un seguidor de Su Alteza.
Pronto se cumplirían tres años desde que el Príncipe Heredero de XianLe ascendió como Dios Marcial. Tan exuberante fue el relato de su ascensión que fue imposible no causar un impacto en los seguidores de XianLe, enalteciéndolo e idealizando más allá de lo razonable. Y es que es tan curiosa la contradicción humana: aquellos que ahora lo alaban y claman su fervor por él, en el futuro, serán los primeros que lo señalen y le escupan.
Xie Lian frunce el ceño al escuchar tales oraciones. Hubo un tiempo en donde las oraciones no era más que oraciones sinceras, llenas de buenos deseos y con raciocinio. Al principio, él estaba lleno de entusiasmo, no le importaba si las exigencias eran grandes o pequeñas, las resolvía personalmente. Ahora, su entusiasmo comienza a menguarse. Todos los días aumenta el número de nuevos seguidores y con ello, nuevas oraciones. Oraciones que no son más que exigencias disfrazadas de falsa devoción.
El dolor de cabeza comienza a ser molesto ante tantos llamados de 'Su Alteza', 'Por favor', 'Te lo ruego'. Las voces de sus seguidores ya no son entendibles y aturdido, lanza un hechizo para silenciarlos. Con suerte, Feng Xin y Mu Qing podrán encargarse de ellas.
Al ser un Dios sus responsabilidades aumentaron considerablemente: recibir oraciones, cumplir los mandatos específicos del Emperador Celestial y contribuir a mejorar el orden en el cielo. Su gran trabajo ha sido excepcional, la evidencia es la construcción del templo número ocho mil con una exótica una estatua de oro justo en la cima del monte Taicang. Sin embargo, a veces, Xie Lian se permite tener una que otra frivolidad como la construcción de un palacio en miniatura hecho con láminas de oro.
El Príncipe heredero respira profundo, disfrutando por un momento en breve silencio. Debe apresurarse, usualmente es Feng Xing que destruye su obra maestra con un azote en la puerta principal, gritando a los cuatro vientos sobre las extrañas exigencias de los seguidores del dios marcial
Y es ahí cuando ocurre: una voz, suave y clara.
'Su Alteza'...
Xie Lian deja la lámina de oro y voltea.
'Su Alteza, ruego que me disculpe, sé que no es un lugar adecuado para venerarlo. Prometo hacer un templo mejor'
Es una voz suave, con resquicios de infancia ¿Un niño?
'Ruego que Su Alteza se encuentre bien'.
Inevitablemente Xie Lian se masajea su oreja, ignorando el escalofrío en su cuerpo. Esta voz se escucha tan cercana, íntima. Es como el susurro de alguien quien cuenta un secreto.
Esta oración es muy diferente a las que ha escuchado, es extraño, ¿acaso él no había silenciado las oraciones? Pero, a pesar de ello, esta oración, aunque es infantil, es completamente sincera.
Desde su ascensión, es la primera vez que escucha una oración destinada para la salud de él mismo.
Xie Lian suelta un suspiro con una pequeña sonrisa. Su seguidor es un niño, infantil con una gran cantidad de admiración. Su aliento provoca inestabilidad en su palacio de láminas de oro, se derrumba por completo.
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Siblings AU
FanficEn el Camino del Orgulloso Demonio Inmortal, la madre adoptiva de Luo Binghe fallece de una terrible enfermedad por el desgaste en su cuerpo y las condiciones poco salubres en su vida diaria. Sin embargo, en esta historia, sucede algo diferente: La...